La ONU, a través de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), informó de un elevado número de víctimas humanas en el Líbano en el espacio de una semana.
Al menos 241 personas perdieron la vida y 642 resultaron heridas entre el 4 y el 11 de noviembre, según el Ministerio de Salud Pública libanés. Desde el 8 de octubre de 2023, aproximadamente 3.300 personas han muerto, incluidos 203 niños y 644 mujeres, y más de 14.000 han resultado heridas.
Este recuento coincide con los informes de ataques israelíes contra los suburbios del sur de Beirut el miércoles 13 de noviembre de 2024, precedidos por una orden de evacuación emitida a los residentes, contra edificios “vinculados a Hezbolá” que el ejército israelí planeaba atacar.
Los continuos bombardeos israelíes en el sur del Líbano están exacerbando el conflicto, causando nuevas víctimas, desplazando comunidades y destruyendo hogares e infraestructura vital.
En octubre de 2024, al menos un niño murió y otros 10 resultaron heridos cada día, según Unicef, que alerta de los impactos desastrosos de este aumento de la violencia y de los desplazamientos forzados, pidiendo el respeto de los derechos humanitarios para la protección de los niños.
Los ataques israelíes están afectando gravemente al sur del Líbano, particularmente en las gobernaciones de Nabatieh, Bekaa, Baalbeck-Hermel y Monte Líbano. En noviembre, los ataques contra zonas residenciales, particularmente en el norte del Líbano y en ciudades como Aalmat, causaron numerosas víctimas.
El sector sanitario también está en crisis. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha registrado 44 ataques a hospitales, interrumpiendo los servicios sanitarios y reduciendo la capacidad de 127 centros sanitarios, con un saldo de 91 muertos y 63 heridos desde mediados de septiembre.
Ante esta intensificación del conflicto, decenas de miles de libaneses están huyendo a zonas más seguras o incluso a través de fronteras. Alrededor de 185.000 personas fueron desplazadas en el Líbano el mes pasado, mientras que 30.000 libaneses se refugiaron en Irak y más de 510.000 cruzaron la frontera hacia Siria. Estos últimos, a menudo ellos mismos sirios, se encuentran con una Siria debilitada por años de guerra, donde el 90% de la población necesita ayuda humanitaria.
El jefe de las operaciones de paz de la ONU, Jean-Pierre Lacroix, visitó el Líbano para expresar su apoyo a las fuerzas de paz y alentar una reducción de la violencia.
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