Desde la llegada de la Sociedad Regional Multiservicios, varias empresas subcontratistas de la región de Casablanca-Settat se enfrentan hoy a dificultades financieras y algunas incluso corren riesgo de quiebra.
La SRM asumió la gestión de los servicios de distribución de agua, electricidad y saneamiento como parte de una reforma destinada a mejorar la eficiencia de estos servicios. Sin embargo, esta reforma tuvo importantes consecuencias económicas para muchos actores locales.
Al interior de la Oficina Nacional de Electricidad y Agua Potable (ONEE), los empleados expresaron su descontento tras la pérdida de ciertos beneficios. Al mismo tiempo, un centenar de pequeñas empresas subcontratistas, anteriormente vinculadas a la ONEE, se encuentran sin contrato desde la transferencia de responsabilidades a SRM. Estas empresas, en particular las encargadas de leer los contadores, distribuir facturas y cortar el servicio en caso de impago, no han cobrado por sus servicios. Algunas facturas emitidas desde principios de año siguen impagas, lo que agrava sus dificultades.
Los propietarios de terrenos arrendados a la ONEE, privados de renta desde la llegada del MUR, también sufren pérdidas financieras. Los medios informaron sobre sospechas de malversación de fondos y manipulación de cuentas, incluida una transferencia sospechosa de 8 millones de dirhams.
A pesar del plazo de 60 días para el pago de las facturas, algunos proveedores de servicios llevan casi diez meses sin cobrar. Esta situación ha provocado reducciones de plantilla en varias empresas. Además, la morosidad genera sanciones de 29 millones de dírhams para la ONEE, mientras que SRM considera que la deuda sigue siendo de la ONEE.
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