Los servicios de emergencia fueron llamados dos veces, con algunas horas de diferencia, en la capital por intoxicación por CO, según informa en un comunicado Walter Derieuw, portavoz de los bomberos de Bruselas. Los bomberos piden precaución ante “asesino silencioso“.
Este domingo por la tarde, alrededor de las 22:30 horas, los servicios de emergencia fueron llamados urgentemente a Jette, en la avenida Levis Mirepoix, para ayudar a un niño en problemas médicos. Cuando llegaron, la alarma de monóxido de carbono (CO) de los rescatistas se disparó inmediatamente cuando entraron a la casa.
Los siete miembros de la familia fueron rápidamente evacuados a un lugar seguro, mientras los bomberos acudían al lugar. La familia, compuesta por padres y cinco niños de edades comprendidas entre 2,5 y 14 años, fue trasladada al Hospital Infantil HUDERF. Dos de los niños sufrieron una intoxicación grave, pero afortunadamente su pronóstico de vida no era grave.
El origen de esta emanación de gas mortal, invisible e inodoro, provino de una barbacoa de carbón utilizada para cocinar en el interior. Las brasas de carbón emitían continuamente monóxido de carbono. Además, el alojamiento fue calentado con aparatos auxiliares móviles, sin una evacuación adecuada, convirtiendo la situación en una auténtica bomba de tiempo.
Para evitar este tipo de intoxicaciones, es fundamental respetar las medidas de seguridad, recuerda el comunicado de los bomberos: utilizar dispositivos conformes, garantizar su mantenimiento, ventilar bien e instalar detectores de CO. Está estrictamente prohibido el uso de barbacoas en el interior de las habitaciones, así como el uso de calentadores adicionales por la noche en las habitaciones. Durante el día, asegúrese de ventilar los espacios adecuadamente para asegurar un suministro suficiente de aire fresco.
Un segundo incidente en Bruselas
Durante la noche del domingo al lunes, alrededor de las 2:10 horas, se produjo otro incidente similar. Los bomberos de Bruselas fueron llamados para comprobar la presencia de monóxido de carbono (CO) en una casa situada en Laeken, calle Steyls. El padre los estaba esperando afuera y les explicó que había llevado a uno de sus hijos a la sala de emergencias esa misma noche. Al niño, que presentaba síntomas típicos de intoxicación por CO (dolor de cabeza, vómitos, malestar), se le había diagnosticado la presencia de CO en sangre. Los médicos aconsejaron entonces al padre que evacuara a toda la familia y que se pusiera en contacto con los bomberos a través del 112.
Los bomberos notaron niveles anormales de CO en la casa. Los cuatro miembros de la familia que aún estaban presentes (los padres, un adolescente y un hijo adulto) fueron evacuados al hospital para ser examinados. Su pronóstico vital no está comprometido. Otros dos miembros de la familia, que habían visitado la casa ese mismo día, fueron contactados por teléfono y se les pidió que acudieran a la sala de urgencias para un chequeo como medida de precaución.
La fuente de este gas tóxico fue una mala evacuación de los gases de escape. Aunque la caldera del sótano cumplía las normas, el conducto de escape no estaba perfectamente sellado.
Envenenamiento por CO monóxido de carbono bruselas arroja laeken
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