NARRATIVO – El republicano prometió cambiar la política y transformar las estructuras mismas de poder. Un personaje extraordinario, al frente de una coalición maga de la que es el principal pegamento, anunció que cumplirá sus promesas. Queda por ver cuáles.
La victoria de Trump es completa. Ganó las elecciones con la mayoría del colegio electoral, pero esta vez también con la del voto popular, que se le había escapado en 2016. Al mismo tiempo que llegó a la Casa Blanca, obtuvo el control del Senado, con una sólida mayoría. lo que le permitirá no depender de los votos de unas pocas personalidades demasiado independientes. Los últimos recuentos también deberían confirmar la mayoría republicana en la Cámara de Representantes. La tercera rama del poder, la Corte Suprema, está controlada por una supermayoría conservadora de seis magistrados que ya le han otorgado una inmunidad sin precedentes y comparten en gran medida su visión política.
Cuando asuma el cargo el 20 de enero, Trump tendrá, como pocos de sus predecesores, casi todos los niveles de poder en Washington. Pero la escala y el significado de su victoria van más allá de eso. La extraordinaria resurrección política de Trump es también el triunfo de un…
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