El conflicto social en el servicio público parece cada vez más inevitable. Ulceradas por el anuncio del gobierno de querer abordar las bajas por enfermedad de los funcionarios, las organizaciones sindicales enviaron una carta conjunta a Guillaume Kasbarian el 29 de octubre, exigiendo una reunión. Así, el Ministro de la Función Pública los recibió el jueves 7 de noviembre durante más de dos horas. Un momento de discusión que no ha calmado realmente su ira, ya que varias federaciones ya están convocando una huelga para las próximas semanas.
El ambiente era relativamente tenso y el ministro no dio señales de dar marcha atrás. Afirmó así que el Gobierno tiene intención de mantener las modificaciones del proyecto de ley de finanzas para 2025 que pretenden aplicar tres días de ausencia no remunerada en caso de ausencia por motivos de salud -frente a uno solo actualmente- y limitar la remuneración al 90% de los agentes. ‘salario cuando el paro laboral se extienda más allá de este período de tres días.
Estas opciones, que pretenden alinear el sector público con las normas vigentes en el sector privado, permitirían en última instancia ahorrar 1.200 millones de euros al año. Según los participantes, el ministro permaneció sordo a los argumentos de los sindicatos, asumiendo tomar decisiones “difícil” más “necesario”.
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También confirmó que no habrá aumento del punto del índice en 2024 y que tampoco se pagará la garantía de poder adquisitivo individual, mecanismo que permite a los agentes que hayan perdido poder adquisitivo en los cuatro años de recibir una compensación financiera.
“Tres días de espera, tres días de huelga”
Sin embargo, hubo algo positivo para las organizaciones sindicales. Guillaume Kasbarian anunció que abandonaría la supresión de las categorías de funcionarios (A, B y C). La medida, promesa de campaña de Emmanuel Macron en 2022, figuraba en el programa del proyecto de ley aprobado por el anterior ministro de la Función Pública, Stanislas Guerini. Su sucesor dijo que no quería “prosperar” este proyecto, según los participantes de la reunión.
El ministro también propuso iniciar consultas sobre tres ámbitos: el atractivo de la función pública y la retención de los agentes, la gestión de las carreras y un plan de prevención y reducción de las ausencias. Tal como están las cosas, es difícil saber si Guillaume Kasbarian tiene intención de presentar un proyecto de ley a pesar de todo o si se contentará con medidas reglamentarias o decretos. En cualquier caso, aseguró a la Agencia France-Presse que desea “mantener un diálogo constante y franco con las organizaciones sindicales” con el fin de “avanzar constructivamente en cuestiones esenciales para los agentes y el futuro de la función pública”. Pero dadas las relaciones con los representantes de los funcionarios, las discusiones prometen ser complicadas.
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