El Aston Villa sumaba nueve puntos de nueve y aún no había encajado ni un solo gol en la Liga de Campeones antes de visitar al Club Brujas. Un gran error ha tirado todas estas hermosas estadísticas a la basura.
En el minuto 51 se le apagó la luz en la cabeza al defensa inglés Tyrone Mings. El portero Emiliano Martínez quiso darle el balón en un despeje de seis yardas para el Aston Villa, pero Mings… lo tomó en la mano, antes de devolverlo a la línea del pequeño rectángulo.
El árbitro Stieler no dudó y señaló el punto de penalti. En el Club Brugge todos lo vieron inmediatamente. “Fue un buen pase del portero, no hay medias tintas, no hay dudas. Todos lo vieron, es un regalo para nosotros”, comentó Nicky Hayen en rueda de prensa.
Unai Emery nunca había visto algo así
En las filas inglesas las reacciones fueron, evidentemente, muy diferentes. “Es raro”, dijo el técnico Unai Emery, que todavía no parecía creer lo que acababa de pasar.
“Es el error más grande que he experimentado en mi carrera como entrenador. No se puede cometer un error tan grave al inicio de la construcción de una acción. ¿Si ya hubiera visto eso? No, solo vi esto”. ¡Una vez en mi vida, hoy!
“¿Qué dijeron los jugadores sobre esto? Tenemos que olvidarnos rápidamente de esto. Esto no volverá a suceder en mi vida, no volverá a suceder”. El regreso al hotel debe haber sido agitado para Tyrone Mings…
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