Al igual que cepillarse los dientes o lavarse las manos con regularidad, la higiene digital debería ser una segunda naturaleza para la mayoría de nosotros, excepto que no lo es. Lo que la mayoría de la gente piensa que es suficiente no servirá de mucho para protegerlo contra la naturaleza avanzada del ciberdelito, una amenaza en constante evolución.
La higiene digital consiste en cultivar hábitos que mantengan su vida digital sana y segura. En nuestro mundo altamente conectado, desea tranquilidad para poder prevenir o detectar y resolver rápidamente problemas con sus dispositivos. La higiene digital es crucial para las personas y las organizaciones, ya que proporciona la primera línea de defensa contra una amplia gama de amenazas cibernéticas, incluidas filtraciones de datos, malware y ataques de phishing.
Así como la higiene personal ayuda a prevenir enfermedades, las buenas prácticas de higiene digital evitan que se aprovechen las vulnerabilidades de seguridad. Para las organizaciones, estos hábitos reducen los riesgos de interrupciones operativas, daños a la reputación y pérdidas financieras por ciberataques.
Las amenazas en evolución requieren mejores defensas
Lamentablemente, lo que funcionaba antes ya no es suficiente debido a la creciente complejidad y sofisticación de las ciberamenazas. En los primeros días de Internet, un simple software antivirus y una protección con contraseña solían ser suficientes para prevenir ataques cibernéticos. Sin embargo, el panorama digital ahora está lleno de amenazas avanzadas como ransomware, deepfakes, phishing mejorado con IA y exploits de día cero; estos últimos dejan a los proveedores sin tiempo para preparar parches a medida que las vulnerabilidades se explotan al descubrirlas.
A medida que más dispositivos se conectan y el trabajo remoto se vuelve más frecuente, los ciberdelincuentes obtienen más puntos de entrada para explotar. Esto hace que sea esencial que las personas y las empresas adopten medidas de seguridad más completas y en capas, incluida la autenticación multifactor, actualizaciones periódicas de software y monitoreo.
¿Qué constituye una buena higiene digital?
Una buena higiene digital comienza con un software antimalware y una actualización periódica del software. A continuación, debe utilizar contraseñas seguras y únicas. Sea deliberado al crear contraseñas largas y únicas para cada cuenta y utilice un administrador de contraseñas para almacenarlas de forma segura. (La mayoría de los administradores de contraseñas generarán contraseñas seguras para usted).
A continuación, habilite la autenticación multifactor (MFA). La MFA tradicional normalmente requiere una contraseña y un segundo factor, como un código enviado a su teléfono mediante un mensaje de texto o generado por una aplicación. Sin embargo, este método es vulnerable a ataques de phishing, en los que alguien te engaña para que reveles tu código. La MFA resistente al phishing proporciona una protección más sólida utilizando métodos que son difíciles de interceptar o replicar, como claves de seguridad físicas o autenticación biométrica (huella digital o reconocimiento facial). Con estos métodos, sólo tú podrás iniciar sesión, incluso si alguien ha obtenido tu contraseña.
Por último, tenga cuidado al compartir información personal por teléfono o en línea, especialmente en las redes sociales o sitios web desconocidos. Combine esto con una copia de seguridad periódica de sus archivos importantes en una ubicación segura, como un disco duro externo o un servicio en la nube confiable, y su higiene digital mejorará significativamente.
¿Cómo se ve una mala higiene digital? Uno de los hábitos más vagos que he encontrado es usar la misma contraseña para todas las cuentas, a menudo algo predecible como el nombre de una mascota más el año de nacimiento. Si bien esto puede no ser crucial para los sitios web de noticias, supone un riesgo importante para las cuentas grandes. Sus cuentas de correo electrónico, redes sociales, trabajo y finanzas realmente necesitan contraseñas únicas y seguras combinadas con autenticación multifactor.
Una vez escuché a alguien decir que no le importaba que los ciberdelincuentes piratearan su cuenta de correo electrónico porque “no tenía nada que ocultar”. Esto pierde por completo el punto. Su correo electrónico no sólo puede usarse para restablecer las contraseñas de sus otras cuentas, sino que los atacantes también pueden aprovecharlo para propagar malware y lanzar ataques contra personas de su red que confían en usted.
¿Qué pueden hacer las organizaciones?
Las organizaciones pueden promover una buena higiene digital cultivando una cultura de concientización sobre la seguridad a través de capacitación y comunicaciones periódicas. Las estrategias clave incluyen capacitación continua en concientización sobre seguridad para ayudar a los empleados a reconocer amenazas como el phishing y la ingeniería social, establecer políticas claras sobre el comportamiento en línea y la manipulación de datos, y predicar con el ejemplo gracias al cumplimiento de las prácticas de seguridad por parte de los ejecutivos. Los ejercicios periódicos, como el phishing simulado, los incentivos de cumplimiento y la personalización de los beneficios de la ciberseguridad, fomentarán aún más una participación sólida y constante.
Por Anna Collard
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