Este martes se celebran las elecciones presidenciales en Estados Unidos y el mundo, los mercados financieros, contienen la respiración ante un probable regreso al mando del incansable Donald Trump con su política proteccionista o la posible elección de Kamala Harris. quien, de ser elegida, se convertirá en la primera mujer presidenta del país con políticas cercanas a las de Joe Biden.
Se han abierto los colegios electorales para la elección del próximo 47º presidente de Estados Unidos en las diferentes zonas horarias del país, y los resultados no deberían conocerse rápidamente. Más de 82 millones de estadounidenses ya han votado anticipadamente y se espera que el conteo lleve tiempo. Desde hace varios días, según el bando de Kamala Harris, una idea absurda, apoya al bando republicano, que teme que le “roben” las elecciones presidenciales, como afirmó Donald Trump en 2020 durante su derrota contra Joe Biden.
Esta elección presidencial estuvo marcada por debates sobre numerosos temas para la población estadounidense. El voto de las mujeres no politizadas podría tener un impacto real en los resultados, en particular debido al debate sobre el aborto que moviliza el fervor y también la ira de las mujeres.
La tensión está en su punto máximo este martes para decidir entre los dos candidatos, uno de los cuales encarna la “continuidad” de la política de Joe Biden teñida de un toque de firmeza y el otro el retorno de una política que contrasta completamente con la línea demócrata, una política ultraproteccionista, dando prioridad a los estadounidenses.
Esta campaña también estuvo marcada por la sustitución de Joe Biden por su vicepresidente y dos intentos de asesinato contra Donald Trump en plena reunión. Estos acontecimientos han añadido más interés a unas elecciones que prometen idas y venidas, mientras las encuestas de opinión anuncian a los dos candidatos empatados.
Pero según el bebé hipopótamo pigmeo Moo Deng de Tailandia, que está causando revuelo en las redes sociales, será el multimillonario republicano quien debería ganar las elecciones presidenciales estadounidenses y quien debería marcar su regreso a la Oficina Oval el 20 de enero.
Los estadounidenses tendrán que decidir cuál de los dos candidatos representa mejor sus aspiraciones sociales, en términos de economía nacional pero también de política exterior. En momentos en que varios conflictos están abiertos en el mundo, las declaraciones de ambos son escudriñadas por varios votantes.
En cuanto a la economía nacional, el país sufre una inflación galopante que preocupa a los ciudadanos. Para remediar esto, Donald Trump prometió aranceles aduaneros de “más del 10%” sobre todas las importaciones para fomentar impuestos más bajos. Kamala Harris, por su parte, apuesta por gravar las grandes fortunas, pero menos de lo que había prometido Joe Biden.
En cuanto a la inmigración, el mayor problema según el ex inquilino de la Casa Blanca, Estados Unidos debería lanzarse a expulsiones masivas de inmigrantes indocumentados. Kamala Harris, por su parte, apuesta por el establecimiento de barreras físicas y planea endurecer la política migratoria.
A nivel internacional, Donald Trump quiere erigirse como el presidente que resuelve todos los conflictos internacionales y no apoya la excesiva ayuda de Estados Unidos a Ucrania desde hace dos años. Kamala Harris, por su parte, promete seguir apoyando firmemente a Ucrania.
Respecto a la guerra que Israel libra desde hace un año en Oriente Medio, los dos candidatos adoptan la misma posición apoyando al 100% a Tel Aviv, que según ellos tendría “derecho a defenderse”. Harris añadió, sin embargo, una pequeña fórmula para hablar del sufrimiento de los palestinos, sin proponer nada concreto. Su timidez al respecto podría provocarle la ira de algunos votantes.
Antes de saber quién ganará, los estadounidenses deberían cumplir con su deber cívico votando por el candidato que prefieran. Según la campaña de Kamala Harris, los resultados finales de las elecciones presidenciales no deberían conocerse hasta dentro de “varios días”, en particular debido a las previsiones que ya prometen ser ajustadas, sobre todo en los estados clave, los “Swing States” (Georgia, Norte Carolina, Nevada, Arizona, Michigan, Pensilvania y Wisconsin) donde se espera que se sigan contando algunas papeletas días después de la votación oficial.
Pero la tendencia del ganador no debería tardar en conocerse, ya que en elecciones anteriores los medios de comunicación habían anunciado al ganador mucho antes de los resultados finales. En 2020, Joe Biden fue nombrado ganador 4 días después de la votación, en 2016, Donald Trump fue anunciado presidente al día siguiente y Barack Obama, durante sus dos mandatos, fue anunciado ganador la noche de las elecciones.
Sin embargo, el país tendrá que esperar hasta que los 538 electores se reúnan el 17 de diciembre y que los recursos sean juzgados en todas partes antes del anuncio final.
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