Los supervivientes de las inundaciones de esta semana en España expresaron su ira contra los líderes políticos españoles durante una visita del rey Felipe VI y la reina Letizia a la ciudad más afligida por la tragedia, que dejó al menos 217 muertos.
“¡Asesinos! ¡Asesinos!”, gritó la multitud reunida en Paiporta (un suburbio de Valencia) contra el presidente del Gobierno socialista, Pedro Sánchez, y el presidente derechista de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, arrojando barro y diversos objetos a la procesión, según informaron periodistas de la AFP en sitio.
Paiporta, localidad de unos 25.000 habitantes, donde se han contabilizado al menos 62 muertos, es la localidad más afectada por la tragedia.
En medio de una tensión extrema, los soberanos, que no fueron atacados, recibieron barro en la cara y en la ropa, constató un periodista de la AFP, una situación sin precedentes en toda la historia de la Monarquía española.
Impasible y digno durante este extraordinario episodio, permanecieron allí durante aproximadamente una hora para hablar con los vecinos e intentar calmar su ira antes de marcharse.
Por su parte, Pedro Sánchez y Carlos Mázon abandonaron rápidamente el lugar, evacuados por los servicios de protección visiblemente muy preocupados por lo que parecía un escenario de disturbios.
Envío muy tarde de la alerta
De hecho, la hostilidad se dirigió contra Pedro Sánchez y Carlos Mazón, criticados desde las inundaciones que se produjeron durante la noche del martes al miércoles en la región.
“¡Mazón dimite!”, exigieron los vecinos, que profirieron insultos y entonaron cánticos preguntando “¿dónde está Pedro Sánchez?”
El gobierno valenciano está en apuros por enviar un mensaje de alerta telefónica muy tarde a los residentes el martes por la noche, a pesar de que los servicios meteorológicos habían puesto la región en “alerta roja” por la mañana. Las autoridades también son criticadas por la falta de capacidad de respuesta a la hora de ayudar a los residentes.
Según un último informe, 217 personas murieron en las inundaciones, de las cuales 213 sólo en la Comunidad Valenciana, tres en Castilla-la-Mancha, donde se encontró el cuerpo sin vida de una mujer de Letur de sesenta años desaparecida el martes. el domingo por la mañana, y uno en Andalucía.
En Letur, en la provincia de Albacete, el cuerpo de la mujer arrastrada por las furiosas olas fue encontrado a doce kilómetros del lugar de su desaparición, según informó en rueda de prensa el delegado del Gobierno en la región de Castilla-La Mancha. Pedro Antonio Ruíz Santos.
Se espera que el peaje aumente aún más
Entre las víctimas de estas inundaciones se encuentran también dos ciudadanos chinos, según informó la embajada china en Madrid. Otros dos ciudadanos chinos están desaparecidos.
Las autoridades esperan que el número de víctimas aumente. “Aún quedan plantas bajas o garajes, sótanos y estacionamientos inundados por limpiar y es previsible que en estos espacios haya personas fallecidas”, declaró el ministro de Transportes, Óscar Puente, en un mensaje en X.
Según él, el peaje ha cambiado relativamente poco en las últimas 48 horas porque los servicios de emergencia exploraron primero “las zonas más accesibles”, situadas “en la superficie”.
En el Vaticano, el Papa Francisco dijo el domingo “orad por Valencia y otras personas en España que están sufriendo tanto en este momento”.
Sobre el terreno, la población sigue afrontando una situación dramática, mientras numerosas infraestructuras de transporte y telecomunicaciones han sido destruidas o fuera de servicio. En muchas comunidades, todavía hay montones de automóviles y escombros embarrados en las carreteras.
“Parece el fin del mundo”
“Llevamos tres días limpiando. Todo está cubierto de barro”, dijo a la AFP Helena Danna Daniella, propietaria de un bar restaurante en Chiva.
“Parece el fin del mundo”, añade esta treintañera, que sigue en shock cinco días después del mal tiempo. Las personas atrapadas en las olas furiosas “pedían ayuda y no podíamos hacer nada (…) Te vuelve loco. Estamos buscando respuestas y no podemos encontrarlas”.
Ante este caos, Sánchez anunció el sábado el envío de 5.000 soldados adicionales a la región, elevando su número a 7.500, el “mayor despliegue de fuerzas armadas jamás realizado en España en tiempos de paz”, en sus palabras. Además de estos militares, hay 10.000 policías y guardias civiles, encargados de restablecer el orden.
Según la policía, el sábado por la noche se produjeron 20 nuevas detenciones por actos de robo y saqueo, lo que eleva a un centenar el número total de personas detenidas por este tipo de delitos desde el miércoles.
(afp)
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