¿Qué es un camino rural? Si comenzamos este artículo con esta pequeña pregunta es porque la definición está en el centro del debate en el hermoso paisaje de nuestro país. Desde la pandemia de Covid-19, gran parte de Francia ha optado por reinvertir en la naturaleza para practicar multitud de actividades. Algunos caminarán, otros correrán, irán en bicicleta o galoparán a caballo, con el pelo al viento.
La convivencia ya no siempre es sencilla, pero se puede aderezar añadiendo un poco de “vroom, vroom”. Porque en el campo también hay mucha gente amante de la mecánica: quads, motocross o incluso el viejo 4×4 que va a todas partes. Y ahí te puedes imaginar que esto podría ser un problema. Cuando un Range Rover que pesa poco más de dos toneladas pasa por la Asociación de Jubilados de Forez haciendo marcha nórdica, es bastante fácil adivinar quién se detendrá a un lado. Y es sin duda por eso que los alcaldes intentan legislar prohibiendo el acceso de vehículos motorizados a sus caminos. ¿Pero tienen derecho? Aquí es donde entra en juego la definición del camino rural.
Un verdadero “laberinto legal”
La ley francesa especifica que un camino rural es un camino “perteneciente a los municipios, asignado a uso público, que no ha sido clasificado como camino municipal. Es parte del dominio privado del municipio”. Corresponde, por tanto, al alcalde y a su consejo municipal legislar sobre su uso, que por defecto es muy amplio. “Concretamente, se trata de saber a quién pertenece, quién puede utilizarlo, quién debe mantenerlo y si se puede prohibir el acceso”, señala el Colegio de Notarios de Gironda, que menciona “un laberinto jurídico”.
A lo largo de los años, muchos alcaldes han prohibido el acceso a sus caminos rurales a los vehículos motorizados, para gran consternación de algunos entusiastas. Pero eso fue antes. Cansados de ser ahuyentados constantemente, los aficionados al deporte del motor han organizado su respuesta, impugnando ante los tribunales las órdenes que consideran abusivas. “La ley nos da derecho a viajar allí, así que sólo queremos que se escuchen nuestros derechos. Para quads, para motos, pero también para ciclistas o ciclistas de montaña”, explica Charles Peot, director del colectivo de defensa del Ocio Verde (Codever).
“Acabábamos de reparar los agujeros”
En septiembre, tres municipios de Saona y Loira fueron condenados por el tribunal administrativo por prohibir el paso de una excursión en quad. “Desde el principio nos dijeron ‘no queremos quads en nuestra casa’. Es impactante y es por eso que luchamos”, argumenta Charles Peot, quien inició el procedimiento. Muy amargado desde su condena, el alcalde de Grevilly, Patrice Raguet, uno de los tres municipios afectados, lamenta que sus argumentos no hayan sido escuchados. “Estaban tomando un camino de país frágil, que es difícil de mantener. Acabábamos de reparar los agujeros con los residentes. No queríamos rehacerlo todo para el placer de unas pocas personas”, afirma el alcalde de esta pequeña ciudad de 30 habitantes. La caminata finalmente pasó y no causó daños, asegura el alcalde.
Estas prohibiciones no son nuevas. En 2012, el ayuntamiento de Huilly-sur-Seille, todavía en Saona y Loira, ya había prohibido el acceso a algunos de sus caminos a quads, 4×4 y motocicletas. Patrón ? Los caminos en cuestión eran regularmente “degradados” por vehículos motorizados. La justicia no había dicho nada. “Reconozco que el tema es extremadamente complicado desde el punto de vista jurídico, sobre todo porque cientos de miles de kilómetros de caminos rurales han desaparecido desde los años 1960. Entendemos perfectamente que ciertos lugares son frágiles. Pero en este caso nos preguntamos por qué los tractores siempre van allí”, argumenta Charles Peot.
“Hay una minoría de imbéciles que hacen cualquier cosa”
A este experto en el tema le molesta especialmente que no se reconozca la pasión por los deportes de motor practicados en la naturaleza. Que incluso sea denigrado. “Estamos cansados de que nos señalen. Es muy fácil culpar a los 4×4. El senderismo motorizado tiene mala imagen porque hay una minoría de imbéciles que hacen cualquier cosa”. El director de Codever reconoce fácilmente que determinados pilotos de motocross o quads pueden poner en peligro a peatones o ciclistas. “Pero muy a menudo se trata de máquinas no homologadas (ver cuadro). Generan molestias porque no respetan nada. Pero no tiene sentido prohibir su movimiento porque ya no tienen derecho a estar allí”.
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Ante este comportamiento peligroso, los alcaldes no pueden hacer más que alertar a la policía o instalar algunas barreras que obliguen a los usuarios a reducir la velocidad. “A veces tenemos motociclistas, es un horror. El ruido, el peligro, es complicado de gestionar. Los caminantes no entienden por qué ven máquinas tan poderosas aterrizando en los caminos. El senderismo consiste en disfrutar de la naturaleza, no en desfigurarla”, afirma el alcalde de Grevilly.
¿Una ley para hacer un inventario enorme?
Si en la carretera el coche suele ser el rey, en el campo es más el caminante el que domina. Como en el asfalto, prevalece el compartir. No es fácil. ¿Un rayo de esperanza en medio de este gran lío? Desde la ley del 21 de febrero de 2022, los ayuntamientos pueden, mediante deliberación, decidir realizar un censo de los caminos rurales ubicados en sus terrenos. Ha llegado el momento del inventario.
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