“La cifra provisional de personas fallecidas (es) 51”, anunció el servicios de emergencia en un mensaje publicado el miércoles por la mañana en la red social X, precisando que determinados lugares seguían siendo inaccesibles.
‘No os dejaremos solos’, dice el presidente del Gobierno español Pedro Sánchez al tiempo que pidió a los vecinos de la región que permanezcan atentos. “No podemos considerar que este episodio devastador haya terminado”, subrayó.
Hay “comunidades inundadas, carreteras y caminos cortados, puentes rotos por la violencia de las aguas”, describió el jefe de Gobierno en un breve discurso televisado desde el palacio de la Moncloabrindando apoyo a las familias de las víctimas y afectados.
Durante la noche, el presidente de la Generalitat de la Comunidad Valenciana, Carlos Monzónindicó que se habían encontrado varios cadáveres. “Nos enfrentamos a una situación sin precedentes, que nadie había visto antes”, añadió.
Pero nada hacía pensar en tal número de víctimas, lo que convierte a estas inundaciones en las más dramáticas en España desde agosto de 1996.
“La situación es terrible”, aseguró a los periodistas el ministro de Defensa Margarita Roblesprecisando que un millar de militares, apoyados por helicópteros, se encontraban en la zona para ayudar a los servicios de emergencia.
Entre los municipios más afectados se encuentran L’Alcudiaen la región de Valenciay Fuenteen la vecina provincia deAlbacete (Castilla-La Mancha), donde seis personas están desaparecidas, ya que la riada invadió las calles, arrasó coches e inundó edificios.
“La prioridad es encontrar personas desaparecidas”, declaró el delegado del Gobierno central en Castilla-La Mancha, Milagros Tolónprecisando que los servicios de emergencia, apoyados por drones, trabajaron toda la noche para intentar localizarlos.
“La situación es dantesca (…) Nunca había visto esto”, insistió en la televisión pública TVE Consuelo Tarazona, la alcaldesa de Horno de Alcedolocalidad de las afueras de Valencia. La subida del agua fue “monstruosa”, “nos inundamos de repente, sin poder avisar a los vecinos”.
Las autoridades han pedido a los residentes que no viajen por carretera, mientras que el gobierno central ha creado una unidad de crisis.
En un breve mensaje publicado por la casa real, el Rey de España Felipe VI dijo estar “devastado”, mientras los diputados guardaban un minuto de silencio en el Parlamento.
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