Hezbollah, el movimiento armado libanés, declaró el jueves su entrada en una nueva fase de confrontación con Israel. En un comunicado difundido a través de sus “medios de guerra” en Telegram, el grupo anunció una escalada de sus operaciones militares contra el ejército israelí, indicando que los detalles de esta iniciativa se revelarían en los próximos días.
Hezbollah afirmó haber infligido “enormes pérdidas” al ejército israelí, tanto en equipo como en personal. Esta intensificación de las hostilidades abarca las líneas de confrontación desde el sur del Líbano hasta zonas profundas de la Palestina ocupada. El periódico L’Orient-Le Jour informa que Hezbollah utilizó, por primera vez, misiles guiados con precisión para atacar a soldados israelíes.
El ejército israelí, por su parte, habría movilizado cinco brigadas, que agruparían a más de 70.000 oficiales y soldados, además de un gran número de tanques y vehículos militares. En respuesta, Hezbolá asegura que un número considerable de sus combatientes están preparados para repeler cualquier incursión terrestre israelí en el sur del Líbano.
Por otra parte, el presidente francés, Emmanuel Macron, se refirió a la situación y consideró que Hezbollah estaba “debilitado”. Macron insiste en la necesidad de que Hezbollah “renuncie a las armas, al terrorismo y a la violencia”. También atribuye a Irán y a Hezbollah “una responsabilidad muy larga” en la actual escalada, denunciando lo que describe como una elección cínica de implicar al Líbano en el conflicto con Israel.
Emmanuel Macron también instó a Israel a cesar sus operaciones militares en el Líbano y respetar la soberanía del país, al tiempo que exigió que cumpla con sus obligaciones con las Naciones Unidas. Francia, afirma, seguirá defendiendo incansablemente la soberanía del Líbano.
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