El Premio Nobel de la Paz fue concedido el viernes a la organización japonesa antiarmas atómicas Nihon Hidankyo, que reúne a los supervivientes de los bombardeos nucleares de Hiroshima y Nagasaki en 1945.
Nihon Hidankyo “recibe el premio de la paz por sus esfuerzos por un mundo sin armas nucleares y por demostrar, a través de testimonios, que las armas nucleares no deben volver a utilizarse nunca más”, afirma el presidente del comité noruego del Nobel, Jørgen Watne Frydnes.
El movimiento japonés fue fundado el 10 de agosto de 1956, hace 68 años. Al conceder este premio, el comité Nobel advirtió contra un debilitamiento del tabú sobre el uso de armas nucleares.
“Desde hace casi 80 años no se utiliza ningún arma nuclear en una guerra”, señaló el presidente del comité del Nobel. “Es, por tanto, alarmante comprobar que hoy este tabú contra el uso de armas nucleares está bajo presión”, subrayó.
Los discursos en torno a la guerra en Ucrania han despertado recientemente la preocupación por un debilitamiento de este tabú, en particular con la amenaza del presidente ruso Vladimir Putin de revisar su doctrina sobre el uso del arma suprema.
“El premio de este año enfatiza la necesidad de mantener el tabú nuclear. Y todos tenemos la responsabilidad (de hacerlo), especialmente las potencias nucleares”, añadió el presidente del comité del Nobel.
El año pasado, el Premio Nobel de la Paz fue para la activista iraní Narges Mohammadi, encarcelada en su país, por su lucha contra el velo obligatorio para las mujeres y contra la pena de muerte.
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