El candidato opositor que reivindica la victoria en las elecciones presidenciales del 28 de julio frente a Nicolás Maduro, Edmundo González Urrutia, abandonó este sábado Venezuela ante la sorpresa de todos rumbo a España, que le concedió asilo.
Las autoridades venezolanas le otorgaron salvoconducto “en interés de la paz” en el país.
Venezuela está sumida en una crisis política desde las elecciones que llevaron a Nicolás Maduro a la reelección oficial para un tercer mandato de seis años. La oposición está impugnando la reelección.
“Hoy, 7 de septiembre, Edmundo González Urrutia (…) salió del país. Tras refugiarse voluntariamente en la embajada de España en Caracas hace unos días, solicitó asilo político al gobierno español”, escribió la vicepresidenta Delcy Rodríguez en las redes sociales.
“Venezuela ha otorgado los salvoconductos necesarios en interés de la paz y la tranquilidad política del país”, afirmó.
“Confirmo que se fue a España”, dijo a la AFP el abogado de González Urrutia, José Vicente Haro, sin decir más.
Según una fuente cercana a la oposición, salió de Venezuela con su esposa, Mercedes.
“A petición suya, Edmundo González viaja a España en un avión de la Fuerza Aérea Española. El Gobierno español está comprometido con el respeto a los derechos políticos y la integridad física de todos los venezolanos”, dijo el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, en las redes sociales, citando un comunicado del gobierno.
– Orden de arresto –
El ex embajador, Sr. González Urrutia, de 75 años, había aceptado reemplazar a la líder opositora María Corina Machado como candidato con poca antelación, tras haber sido declarado inelegible.
El opositor, que vivía escondido desde hacía más de un mes, era objeto de una orden de arresto desde el 3 de septiembre por no haberse presentado a tres citaciones del ministerio público en relación con una investigación sobre el sitio web de la oposición que le dio la pista.
La investigación se centra en acusaciones de “desobediencia a la ley”, “conspiración”, “usurpación de funciones” y “sabotaje”. La oposición y numerosos observadores consideran que la justicia está al servicio de quienes ostentan el poder.
El fiscal general, Tarek William Saab, dijo que haría “declaraciones importantes” el domingo por la mañana.
Nicolás Maduro, cuya victoria fue validada por el Tribunal Supremo de Justicia el pasado 22 de agosto, fue declarado ganador con el 52% de los votos por el Consejo Nacional Electoral (CNE), que no ha hecho públicas las actas de los colegios electorales por haber sido víctima de hackeos informáticos.
La oposición y numerosos observadores consideran inverosímil un ataque informático de esta naturaleza, que lo ven como una maniobra del gobierno para evitar revelar el recuento exacto. Según la oposición, que publicó las actas facilitadas por sus escrutadores, González Urrutia obtuvo más del 60% de los votos.
Estados Unidos, la Unión Europea y varios países latinoamericanos no reconocen la reelección de Maduro. Gran parte de la comunidad internacional ya había negado su reelección en 2018, después de que la oposición boicoteara los comicios, alegando fraude.
Tras el anuncio de su reelección el 28 de julio, estallaron manifestaciones espontáneas que dejaron 27 muertos y 192 heridos, mientras que unas 2.400 personas fueron detenidas, según fuentes oficiales.
– Tensiones con Brasil –
La salida de González Urrutia eclipsó el enfrentamiento del sábado entre Caracas y Brasilia en torno a la residencia de la embajada argentina, donde seis líderes de la oposición se han refugiado desde marzo.
De hecho, Caracas revocó “inmediatamente” la autorización dada a Brasil para representar a Argentina en el país, y en particular para gestionar la residencia de la embajada.
Las autoridades venezolanas aseguran que tienen “evidencias” de “la utilización de la misión para la planificación de acciones terroristas” y de intentos de asesinato al presidente Maduro por parte de los seis opositores.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil recordó inmediatamente a Caracas “la inviolabilidad de las instalaciones de la misión diplomática argentina”.
El 29 de julio, Venezuela rompió relaciones diplomáticas con siete países latinoamericanos, incluida Argentina, que no reconocieron la impugnada reelección de Maduro.
La oposición venezolana denunció el sábado por la mañana que la policía había “asediado” la residencia, donde según ellos se había cortado la electricidad. Desde el viernes por la noche, la residencia se encontraba rodeada por las fuerzas de seguridad, constataron periodistas de la AFP.
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