Las explosiones del martes dejaron 12 muertos y algunos funerales se vieron empañados nuevamente por las explosiones de radios utilizadas por miembros de Hezbolá.
AFP
Las explosiones simultáneas de cientos de beepers en posesión de miembros de Hezbolá el martes por la tarde causaron heridas “terribles”, según los médicos que trataron a algunos de los 2.800 heridos.
“Las heridas se localizaban principalmente en los ojos y las manos, con amputaciones de dedos y metralla en los ojos”, explicó un médico de urgencias del Hôtel-Dieu de Beirut, que recibió a unos 80 heridos. A unos 20 de ellos “se les colocó inmediatamente un respirador para evitar que se asfixiaran, ya que tenían la cara muy hinchada”, añadió.
Una mirada retrospectiva a las explosiones de buscapersonas del martes en video.
Astillas por toda la cara
“Nunca había visto nada parecido. Es indescriptible”, añade un médico de otro hospital de Beirut, que también habla de numerosas amputaciones de dedos y graves heridas provocadas por “los buscapersonas que estallaron en la cara de la gente”: heridas en los ojos –entre el 15 y el 20% de los pacientes perdieron ambos ojos de forma irreversible, explica–, pero también quemaduras y “pedazos de metal de los buscapersonas que fueron retirados de los ojos, del cerebro, de la cara, de los senos nasales, del interior del cuerpo y de los huesos”…
Según el ministro de Salud libanés, entre los 12 muertos había dos niños y casi 300 personas seguían “en estado crítico”, con heridas en el rostro y hemorragias cerebrales.
Y mientras el mundo entero se preguntaba cómo se habían manipulado esos buscapersonas y la comunidad internacional denunciaba la transformación de objetos civiles en armas, el miércoles los miembros de Hezbolá sufrieron un nuevo ataque. Esta vez se trató de walkie-talkies que explotaron simultáneamente en varios lugares del Líbano. Un informe publicado al final del día informó de 20 muertos y más de 450 heridos.
Las explosiones de walkie-talkies del miércoles en vídeo.
Duro golpe para Hezbolá
El sistema de búsqueda de personas es utilizado por miembros del movimiento islamista para evitar el uso de teléfonos móviles y el riesgo de ser localizados. El sabotaje de estos cientos de aparatos podría, por tanto, poner en peligro el sistema de comunicaciones del poderoso grupo proiraní.
Una fuente cercana a Hezbolá describió este ataque sin precedentes como “el mayor golpe jamás asestado al grupo” por Israel, aunque Israel no ha hecho comentarios ni se ha atribuido la responsabilidad de las explosiones.
Hicham Jaber, general libanés retirado, restó importancia al ataque del martes y aseguró que Hezbolá “dispone de otros medios de comunicación secretos” y en particular de “una red de telecomunicaciones interna”, paralela a la red telefónica fija oficial libanesa.
Saboteado en la fuente
Queda por ver cómo se manipularon estos buscapersonas y radios, presumiblemente antes de que Hezbolá se apoderara de ellos. Según los primeros hallazgos de la investigación de las autoridades libanesas, en los dispositivos se habían incorporado materiales explosivos, que estaban programados previamente para explotar.
Una fuente cercana a Hezbolá dijo a AFP el martes que “los beepers que explotaron provenían de un cargamento recientemente importado” y parecían haber sido “pirateados en la fuente”.
Violación de seguridad
“Se trata claramente de una brecha tecnológica y de seguridad” para Hezbolá, afirma el analista Amal Saad, experto en el movimiento islamista. “Su mando y control se verán afectados y seguramente tendrá que encontrar nuevos medios para evitar tales brechas”.
Para los analistas, estas pérdidas deberían repercutir en la dirección de las operaciones contra Israel, sobre todo porque, según una fuente interna, Hezbolá sospecha que parte de su red, en el sur del país, está infiltrada por Israel.
(afp/jfz)
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