WINDER, Georgia – Una muñeca infantil tejida a crochet. Pañuelos de papel empapados de lágrimas. Dedos entrelazados.
Más de una docena de familiares y víctimas se sentaron como testigos silenciosos pero emotivos el viernes mientras el acusado del tiroteo escolar de Georgia, Colt Gray, de 14 años, y su padre, Colin Gray, de 54, comparecieron por separado en la misma silla de cuero dentro de la sala del tribunal del condado de Barrow para escuchar los cargos que enfrentan.
Colt Gray está acusado de matar a dos compañeros de escuela y dos profesores en la escuela secundaria rural Apalachee el miércoles. Y en un reflejo de una creciente tendencia nacional, Colin Gray ha sido acusado de complicidad: se le acusa de darle acceso indebido a su hijo al rifle tipo AR-15 que, según la policía, utilizó para atacar la escuela a unas 50 millas al noreste de Atlanta. Los fiscales dicen que esta es la primera vez en la historia de Georgia que un padre de un sospechoso de tiroteo en una escuela ha sido acusado en relación con un ataque de este tipo.
El miércoles murieron los estudiantes Mason Schermerhorn y Christian Angulo, ambos de 14 años, y los profesores de matemáticas Richard Aspinwall, de 39 años, y Cristina Irimie, de 53. Ocho estudiantes y un profesor también resultaron heridos, según los investigadores.
Ni Colt ni Colin Gray dijeron más que unas pocas palabras durante sus breves audiencias, celebradas a ocho kilómetros de la escuela. Tampoco miraron hacia atrás, a los familiares reunidos. Colt Gray, que compareció primero en el tribunal, se sacudía intermitentemente el pelo enmarañado y de color cobrizo que le caía sobre los ojos.
El viernes por la mañana, las escuelas de todo el condado permanecieron cerradas y cerca del cartel de entrada de la escuela se colocó un monumento con flores y velas, y la bandera de Georgia ondeó a media asta. Un puñado de dolientes se había reunido alrededor del asta de la bandera temprano por la mañana, pero se fueron cuando comenzaron las audiencias.
“No es necesario haber sufrido lesiones físicas para ser una víctima”, dijo el fiscal de distrito Brad Smith después de que concluyó la audiencia. “Todos en esta comunidad son víctimas. Todos los niños de esa escuela son víctimas… Siento el peso de todo eso”.
Colt Gray, que vestía ropa verde oscuro del Centro Regional de Detención de Jóvenes de Gainesville (Georgia), estaba sentado en una silla, con las manos esposadas a la cintura y acompañado por un defensor público, y respondió varias veces: “Sí, señor” a las preguntas del juez Currie M. Mingledorff II, entre ellas si sabía leer y escribir en inglés y si entendía la naturaleza de los cargos que se le imputaban y las posibles sanciones.
Colin Gray, el padre canoso del niño, le dijo al juez que había terminado el 11.º grado y obtenido su GED. Con más de 1,80 metros de altura, Colin Gray se encorvaba y se balanceaba hacia adelante y hacia atrás en la misma silla que empequeñecía el cuerpo de su hijo minutos antes. También esposado y vestido con un mono de rayas grises y blancas del Centro de Detención del Condado de Barrow, con los pies calzados en unas zapatillas de plástico naranja, Colin Gray pareció sollozar varias veces y su voz sonaba entrecortada mientras respondía las preguntas de Mingledorff junto con su propio defensor público.
Colin Gray enfrenta dos cargos de asesinato en segundo grado, cuatro cargos de homicidio involuntario y ocho cargos de crueldad hacia niños en segundo grado, bajo una ley relativamente nueva de Georgia que permite a los fiscales acusar a adultos por permitir que menores sufran “dolor físico o mental cruel o excesivo”.
Colt Gray ha sido acusado de cuatro delitos graves de homicidio que harían que un acusado adulto fuera elegible para la pena de muerte. Después de que concluyó su comparecencia ante el tribunal, Colt Gray fue llevado brevemente de nuevo ante Mingledorff para que el juez pudiera aclarar que, como menor de edad, el castigo máximo que Colt Gray podría enfrentar en un tribunal de adultos sería cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Ni Colt ni Colin Gray solicitaron una audiencia de fianza y ambos permanecen detenidos.
Después de la audiencia, Smith, el fiscal de distrito, dijo que un gran jurado consideraría cargos adicionales contra Colt Gray, quien fue arrestado antes de que los investigadores hubieran determinado cuántas otras personas resultaron heridas.
“Habrá cargos adicionales contra Colt Gray”, explicó Smith. “Cuando lo detuvieron el miércoles, no teníamos las identidades ni las condiciones de las otras víctimas, por lo que no pudimos presentar cargos por esos delitos… Cuando (esos sobrevivientes) tengan la oportunidad de sanar física, emocional y espiritualmente, nos pondremos en contacto con ellos”.
Los familiares que asistieron a las audiencias del viernes no hablaron con los periodistas y estuvieron sentados separados del público durante la audiencia.
Contribuyó: Eve Chen, USA TODAY.
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