“El Botox destruye el centro de empatía del cerebro”, dice la Dra. Stephanie Rimka en una conferencia filmada y publicada en su cuenta de Instagram. El quiropráctico, especialista en neurofeedback, afirma que debido a la parálisis de los músculos faciales, el paciente experimenta menos empatía. Según ella, esto está científicamente demostrado.
Comienza una discusión en la red social (publicación anterior), que se distribuye ampliamente en Internet. En 2019, la propia doctora Rimka publicó un estudio sobre la capacidad de reconocer emociones tras una inyección de toxina botulínica. Pero si bien la cirujana quiere respaldar su afirmación, el estudio en cuestión llega a una conclusión completamente diferente: “Los resultados indican que el uso estético de la toxina botulínica […] no afecta significativamente la expresión social de las emociones.
Otro usuario cita un estudio de 2011 para respaldar las afirmaciones del Dr. Rimka: A las mujeres con y sin tratamiento de Botox se les pidió que miraran fotografías de miradas humanas y les asignaran las emociones correspondientes. El grupo sin Botox tuvo mejores resultados.
Un estudio, realizado en 2019, asegura que las expresiones faciales de los demás pueden influir en nuestras emociones. El Botox puede afectar esta experiencia, pero el efecto sería relativamente sutil y dependiente de la situación.
En 2021, una investigación indicó que el Botox efectivamente tenía una influencia en el cerebro. Pero en este caso se estaba estudiando el efecto de la toxina botulínica en el tratamiento de la depresión y no la empatía. Los sujetos del estudio tratados con Botox mostraron una mayor mejoría en los síntomas depresivos que las personas que recibieron un placebo. Las resonancias magnéticas mostraron que el Botox influye en la llamada amígdala, una región del cerebro responsable del procesamiento de las emociones.
Al comparar estos diferentes estudios, vemos que los investigadores aún no están completamente de acuerdo entre sí. También es difícil decir hasta qué punto los resultados del estudio evalúan realmente la empatía. Porque mostrar y reconocer emociones todavía no es suficiente para hablar de empatía.
Actualmente no existe evidencia científica ni estudio sobre la afirmación inicial del Dr. Rimka que confirme que el Botox destruye el centro de empatía en el cerebro. Por otro lado, el especialista comercializa una línea de productos cosméticos que reducen las arrugas sin recurrir al Botox. Un paquete de prueba cuesta 100 francos.