La solución: si sabes que corres el riesgo de estresarte, anticípate lo más posible a tu organización, tómate el tiempo para respirar profundamente y no dudes en consultar si el estrés se vuelve demasiado grande. También son esenciales dormir lo suficiente y realizar actividad física regular.
2. exceso de trabajo
Comprar regalos o decorar la casa pueden suponer esfuerzos físicos inusuales, especialmente riesgosos en climas fríos.
La solución: delegar determinadas tareas y aprender a decir “no”. Tu salud es más importante que una Nochevieja perfecta.
3. Comer en exceso
Las comidas festivas, a menudo ricas en sal, grasas saturadas y azúcares, pueden desequilibrar la presión arterial, el azúcar en sangre y el colesterol. La digestión de porciones excesivas también supone una gran carga para el sistema cardiovascular.
La solución: intentar comer lo más despacio y con sensatez posible. No dudes en ofrecer alternativas más saludables durante las comidas festivas.
4. Exceso de alcohol
El consumo excesivo de alcohol puede causar el “síndrome del corazón de vacaciones”. Descrito por primera vez en 1978 por un cardiólogo estadounidense, este síndrome describe la aparición de arritmias cardíacas temporales en pacientes que no padecen ninguna enfermedad cardiovascular. Y esto después de los viajes de fin de semana o durante las vacaciones de fin de año.
Los síntomas típicos incluyen una sensación repentina de punzadas, palpitaciones o aceleración en el pecho, falta de energía o sensación de cansancio excesivo, mareos, malestar en el pecho…
La solución: limitar el consumo de alcohol, alternar con agua y beber sólo mientras se come.
Perlas y perlas de agua: los médicos advierten del riesgo de ingestión
Fuente: Destino Santé
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