Mayotte pasó la primera noche bajo toque de queda. Una medida implementada para garantizar la seguridad tras el mortal paso del ciclón Chido. Aunque se espera que Emmanuel Macron llegue al lugar el jueves, el balance oficial provisional indica 31 muertos y 1.373 heridos, aunque las autoridades temen un balance mucho mayor. En los últimos años, otro fenómeno natural, un volcán submarino, ha preocupado al departamento más pobre de Francia. El riesgo sísmico también había provocado un cambio en el plan gubernamental para el aeropuerto del archipiélago.
¿De qué estamos hablando?
En 2019, tras una serie de terremotos, una expedición científica descubrió un nuevo volcán submarino a unos 50 km de la costa de Mayotte y a 3.500 metros de profundidad. Con más de 800 metros de altura, el volcán Fani Maoré se extiende sobre 20 km2.
Su aparición provocó el hundimiento de Mayotte. “Perdimos unos 20 centímetros al este, en el lado de Petite-Terre, y 11 centímetros al oeste”, declaró a la AFP en agosto pasado Ludivine Sadeski, directora regional de la Oficina de Investigaciones Geológicas y Mineras (BRGM) de Mayotte. Últimamente, sin embargo, “la actividad se ha mantenido estable. La erupción en el mar cesó a principios de 2021”, explica Ludivine Sadeski.
¿Un riesgo de terremoto?
Este volcán, sin embargo, demuestra una actividad constante. A finales de agosto se registró un terremoto de magnitud 4,9 al este de Mayotte, informó la red de vigilancia vulcanológica y sismológica de Mayotte (Revosima). Luego no se reportaron daños materiales ni humanos. El epicentro del terremoto se situó a 40 kilómetros al este de Petite-Terre y a 48 kilómetros de profundidad, en la zona de este volcán submarino cuya aparición provoca un fenómeno sísmico de “enjambre” desde 2018.
“Cada día registramos entre 10 y 20 terremotos que no se sienten. Desde 2018, la actividad sísmica nunca ha cesado”, afirma Ludivine Sadeski a la AFP. Sin embargo, “hacía varios años que no registrábamos un terremoto de esta magnitud”, añadió.
¿Cuáles son las consecuencias para el aeropuerto?
Mayotte lleva años esperando una ampliación de la pista del aeropuerto Dzaoudzi-Pamandzi para permitir vuelos directos de fuselaje ancho a la metrópoli, situada a 8.000 kilómetros de distancia, en cualquier tiempo, sin escala en Nairobi, Kenia. Un debate público en 2011 confirmó los méritos de la larga pista, prometida en 2019 por el presidente Emmanuel Macron.
Pero los primeros estudios han demostrado que el actual aeropuerto situado cerca de Dzaoudzi, en Petite-Terre, “está expuesto a un riesgo geológico importante relacionado con la presencia de un volcán submarino cuyos impactos nadie podía prever”, recordó entonces el ministro de Transportes. Puede. El gobierno planteó entonces la posibilidad de construir un nuevo aeropuerto en Grande-Terre, en Bouyouni, sin indicar la fecha de la primera piedra.