La cumbre de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO), prevista para este domingo 15 de diciembre en Abuja, se desarrollará en un clima tenso, marcado por la ausencia de los países de Mali, Burkina Faso y Níger, así como de desafíos relacionados con la seguridad y la gobernanza. La mediación del presidente senegalés, Bassirou Diomaye Faye, sobre las transiciones militares en el Sahel constituirá un tema central de los debates.
La cumbre de la CEDEAO, que se celebrará este domingo en Abuja, promete ser especialmente difícil. Las tensiones internas dentro de la organización, exacerbadas por los recientes golpes de estado en el Sahel, corren el riesgo de debilitar aún más la unidad regional. Aunque los ministros de Asuntos Exteriores ya han sentado las bases para esta reunión, quedan varias cuestiones importantes por resolver.
Ausencias notables
Malí, Burkina Faso y Níger, miembros fundadores de la Alianza de los Estados del Sahel (AES), declinaron una vez más la invitación a esta cumbre. Su retirada de los órganos de la CEDEAO, decidida el pasado mes de julio, sigue influyendo en los debates. Los líderes de estos países, que tomaron el poder por la fuerza, justifican su ausencia por su deseo de escapar de lo que consideran una injerencia en sus asuntos internos.
Más allá de las relaciones con los países del Sahel, la CEDEAO debe afrontar otros desafíos cruciales. La cuestión de la seguridad sigue siendo una prioridad, particularmente ante la intensificación de los ataques terroristas en la región. Por lo tanto, la implementación efectiva de la fuerza de reserva de África Occidental será un elemento clave de las negociaciones.
Además, la cuestión de la buena gobernanza y el respeto del estado de derecho sigue siendo esencial para garantizar la estabilidad de la región. El caso de Guinea, en medio de una transición militar, también genera preocupación entre los líderes de la CEDEAO.
Los desafíos de la mediación
Se espera que el presidente senegalés, Bassirou Diomaye Faye, enviado especial para el diálogo con las autoridades militares de Burkina Faso, Mali y Níger, presente su informe de mediación durante la cumbre. Los resultados de esta mediación son especialmente esperados, sobre todo ahora que se acerca la fecha límite para la retirada definitiva de estos países de la CEDEAO.
Las posiciones divergentes entre los miembros de la organización corren el riesgo de complicar las discusiones. Algunos países, como Togo, han expresado cierta comprensión hacia los líderes militares en el poder en el Sahel, mientras que otros, como Costa de Marfil, Benín o Nigeria, han adoptado una postura más firme.
S. GUEYE