Los parlamentarios surcoreanos destituyeron al presidente Yoon Suk Yeol este sábado 14 de diciembre, tras su fallido intento de imponer la ley marcial y amordazar al Parlamento por el ejército el 3 de diciembre.
El presidente depuesto también confirmó que dimitiría tras su destitución por el Parlamento, diciendo que estaba “profundamente frustrado” y pidiendo el fin de “la política de confrontación”. Aun así, decenas de miles de manifestantes estallaron de alegría ante el anuncio de su destitución por parte del presidente de la Cámara, Woo Won-shik. La moción recibió 204 votos a favor, 85 en contra, 3 abstenciones y 8 votos nulos, superando el umbral requerido de 200 votos. La oposición logró convencer a 12 diputados del Partido del Poder Popular (PPP) para que votaran a favor del impeachment.
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Según los textos, el presidente está suspendido a la espera de la validación del Tribunal Constitucional en un plazo de 180 días, mientras que el primer ministro Han Duck-soo actúa mientras tanto. Park Chan-dae, jefe de los legisladores del Partido Demócrata, elogió la medida como una victoria para la democracia. El Tribunal Constitucional ahora debe confirmar o revocar el juicio político y, si se valida, se celebrarán elecciones presidenciales anticipadas en un plazo de 60 días.
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