Desde la sorpresiva elección de Donald Trump el 5 de noviembre, los mercados financieros estadounidenses han experimentado un entusiasmo sin precedentes. ¿Por qué y no es hora de desconfiar de este aumento de los precios de las acciones?
Un aumento generalizado
Flujos masivos de inversión
Los fondos de acciones estadounidenses registraron entradas colosales, alcanzando casi 140.000 millones de dólares en noviembre, lo que lo convierte en el mes más activo en términos de entradas desde 2000.
Esta carrera por los activos estadounidenses se explica principalmente por las promesas de la administración Trump de recortes de impuestos y reformas proempresariales. Los inversores parecen abrazar plenamente la agenda de crecimiento propuesta por el nuevo presidente, y sus elecciones para puestos administrativos clave se consideran favorables para los mercados.
De hecho, ya sea el multimillonario Elon Musk, responsable de racionalizar el peso (y el coste) de la administración, o el criptofanático Paul Akins, que se convertirá en el nuevo jefe de la Comisión de Bolsa y Valores (la famosa SEC), las nominaciones de figuras proempresariales se suceden.
El mercado de valores estadounidense va de récord en récord
Esta afluencia masiva de capital impulsó a los principales índices bursátiles estadounidenses a una serie de máximos históricos. El S&P 500 ha subido un 5,3% desde el día de las elecciones, lo que eleva sus ganancias del año a un impresionante 28%.
Las empresas más pequeñas, consideradas más sensibles a las fluctuaciones de la economía estadounidense, incluso han obtenido mejores resultados, como ilustra el siguiente gráfico. El índice Russell 2000 alcanza un máximo histórico por primera vez en tres años.
Fuente: Bloomberg
A diferencia de fases anteriores de aumentos, en las que los gigantes tecnológicos por sí solos impulsaban el mercado, el aumento actual parece más amplio y saludable. Sectores como la banca, la energía y la manufactura también contribuyen al aumento de los precios de las acciones.
Un fenómeno americano
Esta tendencia es principalmente estadounidense. Si bien noviembre fue el mes más fuerte para los flujos hacia fondos de acciones a nivel mundial desde principios de 2021, la fortaleza en Estados Unidos enmascara la debilidad en otros lugares.
Los inversores están retirando dinero de otros mercados que se consideran más vulnerables a una posible guerra comercial. En noviembre, los fondos invertidos en mercados emergentes sufrieron retiros netos de 8.000 millones de dólares, mientras que los inversores retiraron 14.000 millones de dólares del mercado de valores europeo.
Excepcionalismo americano
Los analistas explican esta marcada preferencia por los activos estadounidenses por lo que llaman el comercio del “excepcionalismo estadounidense”. Paradójicamente, incluso cuando Estados Unidos plantea riesgos geopolíticos, se lo considera un refugio seguro.
Esta percepción, combinada con la fortaleza de la economía estadounidense y las perspectivas de crecimiento de las ganancias corporativas, mantiene alto el apetito por el riesgo.
Perspectivas para 2025: un escenario optimista ampliamente esperado
Aunque es probable que se desacelere el vertiginoso ritmo de entradas de capitales de noviembre, muchos expertos esperan que los flujos se mantengan fuertes en 2025. Instituciones como BlackRock, Northern Trust y Bank of America pronostican nuevas ganancias importantes para las acciones estadounidenses.
Se encuentran entre los muchos expertos que siguen siendo optimistas sobre el mercado americano y que recomiendan sobreponderar la exposición de las carteras de los inversores a esta región del mundo.
Riesgos y advertencias
Sin embargo, esta euforia bursátil no está exenta de riesgos. Los analistas de Bank of America han identificado tres amenazas principales que podrían conducir a una violenta corrección del mercado:
- El riesgo de una recesión económica, que podría reducir el crecimiento de las ganancias entre un 10 y un 20 por ciento para las acciones del S&P 500.
Esta recesión podría manifestarse si, al imponer importantes aranceles aduaneros, por ejemplo, la política económica de Trump estimula un repunte de la inflación (ya que los productos importados simplemente cuestan más).
- Los aranceles aduaneros de represalia (especialmente de China o Europa), si los planes de Trump de imponer derechos aduaneros universales llegan a buen término, podrían afectar las ganancias de las empresas del S&P hasta en un 10%.
- Finalmente, en tal escenario inflacionario, un aumento dramático en los rendimientos de los bonos podría reducir las ganancias por acción en un 10% adicional.
Además, algunos expertos, como David Roche, de Quantum Strategy, incluyen la posibilidad de que estalle la burbuja especulativa que, según él, se está hinchando peligrosamente en el campo de la inteligencia artificial.
Valoraciones ya muy altas
Por último, es importante señalar que en los niveles actuales, el mercado estadounidense ya cotiza a valoraciones históricamente muy altas, lo que podría limitar el potencial alcista futuro y aumentar el riesgo de una corrección.
En conclusión, si bien el atractivo del mercado de valores estadounidense es innegable tras la elección de Trump, los inversores deben permanecer atentos ante los riesgos potenciales y las señales de sobrecalentamiento del mercado. La euforia actual podría cambiar rápidamente si la implementación del programa de Trump resulta inflacionaria o destructiva del valor a largo plazo.
Pero al mismo tiempo, está claro que el mercado de valores estadounidense ha generado rentabilidades (muy) atractivas en los últimos años. Y que hoy representa alrededor del 70% de la capitalización bursátil mundial. Por tanto, mantenerse alejado de este mercado es complejo y potencialmente costoso. Porque es imposible cronometrar la próxima corrección en este mercado.
También es en este contexto que hemos publicado nuestras 10 ideas de inversión para 2025. Tenga en cuenta que estas son sólo sugerencias y cualquier inversión conlleva riesgos de pérdida de capital.
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