Naciones Unidas estimó el martes el coste anual de la sequía, alimentada por el cambio climático y la gestión insostenible de los recursos hídricos y del suelo, en casi 300.000 millones de euros.
En un informe publicado el segundo día de la COP16 sobre desertificación, la ONU dijo que se espera que las sequías afecten al 75% de la población mundial para 2050, y pidió inversiones urgentes en soluciones basadas en la naturaleza, como «reforestación» o incluso “manejo del pastoreo”.
Estas soluciones pueden reducir las pérdidas y aumentar los ingresos agrícolas al tiempo que brindan beneficios climáticos y ambientales, señala este documento titulado “Economía de la sequía: invertir en soluciones basadas en la naturaleza para la resiliencia a las sequías”.
Según la Secretaria Ejecutiva Adjunta de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD), Andrea Meza, la gestión sostenible de los recursos terrestres y hídricos es esencial para impulsar el crecimiento económico y desarrollar la resiliencia de las comunidades atrapadas en ciclos de sequía.