CRÓNICA – El término “líneas rojas” nunca ha sido tan utilizado en el mundo político como desde la llegada de Michel Barnier a Matignon. De hecho, el Primer Ministro está rodeado de mandatos contradictorios emitidos por la oposición.
« He oído que algunos tienen líneas rojas, a veces muy rojas de hecho. » Durante su discurso de política general ante la Asamblea el 1es En octubre, Michel Barnier criticó la larga lista establecida por todas las oposiciones sobre temas que plantean problemas y que conducirían inevitablemente a la censura del gobierno. La política muchas veces se hace con palabras y no sólo con acciones. En cada época, las expresiones marcan la semántica de un gobierno, cristalizan las demandas de los oponentes, caracterizan el apoyo de una mayoría. La era Barnier no es una excepción a esta regla inmutable de la vida política.
Desde su nombramiento, la expresión ha florecido. Sin duda, el mundo político nunca ha utilizado el término “líneas rojas” con tanta amplitud. No hay un solo funcionario que no recuerde al gobierno sus límites que no deben sobrepasarse bajo pena de muerte inmediata. La línea roja…
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