lEl Tribunal de Cuentas señala cierta laxitud en la actual gestión financiera del Parlamento valón, informa el sábado La Libre Bélgica. El organismo analizó las cuentas del parlamento de 2023 y emitió varias críticas.
El Tribunal de Cuentas constata así que la oficina del Parlamento valón no controla el correcto uso de las subvenciones de funcionamiento concedidas a los grupos políticos representados en el cuerpo legislativo. Sin embargo, el reglamento establece que el registro debe realizar dicho control. “No se establece ningún control para garantizar que los empleados no sean financiados por otra asamblea para la misma función”, señala el Tribunal de Cuentas, según La Libre.
El Tribunal de Cuentas también destaca que el reglamento del Parlamento no especifica la naturaleza de los gastos cubiertos por una bonificación fiscal concedida a los diputados, además de su salario mensual. “La falta de una definición de los costes cubiertos por la asignación parlamentaria y de las prestaciones adicionales concedidas crea un riesgo de doble cobertura de determinados costes”, según el Tribunal.
El Tribunal de Cuentas denuncia finalmente que los informes de gastos del secretario interinamente son validados tanto por ella misma como por el director de recursos humanos. Señala que el contador del empleado aprueba los gastos relacionados con las tarjetas de crédito del empleado, incluso para la tarjeta que ella tiene. En ambos casos, los controlados son también los controladores.
El informe del Tribunal sobre las cuentas de 2023 fue solicitado tras la revelación, en 2022, de una mala gestión de los gastos parlamentarios, en particular por parte del ex secretario Frédéric Janssens.
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