En Ginebra, del 29 de noviembre al 1 de diciembre, se celebra la 22ª edición del Festival Akouphène en forma de exorcismo en varios actos en la bodega12, meca de la música experimental. Una programación múltiple, entre conciertos y actuaciones misteriosas y esotéricas.
Los festivales de música experimental no son numerosos en la Suiza francófona. Si existe el LUFF (Festival de cine subterráneo de Lausana) en octubre o el festival Ear We Are en Bienne en febrero, está sobre todo el festival Akouphène, que este año se celebra en Ginebra en su 22ª edición.
A lo largo de tres veladas en la bodega12, Akouphène ofrece “un supuesto gusto por el esoterismo acústico y sus múltiples rituales cuyos gestos meticulosos liberan la materia de sus sonidos más curiosos”. El Festival indica así en su página web que quiere llenar “nuestros oídos de alegría al recordar que la escucha es ante todo una magia, que sirve como el camino más directo posible hacia esta luz tan particular, la de las vibraciones que saben regresar”. nuestros cuerpos a su estado de instrumento para transformarnos en oyentes en el sentido más completo.
Cuerpos que se convierten en instrumentos gracias a las vibraciones, una bella imagen que resume la idea misma de Akouphène: ofrecer una especie de viaje con múltiples colores. “Podemos abordar esta música experimental o de investigación de múltiples maneras. Este año, la luz que les damos es para hablar de esoterismo acústico. En definitiva, es simplemente una forma de resaltar el hecho de que los conciertos o actuaciones que se ofrecen pueden parecer un poco esotéricos. o misterioso (…) Hay algo bastante maravilloso en ver cómo los artistas abordan cuestiones sonoras desde direcciones muy diferentes hacia las que convergen. una especie de celebración de lo que podemos hacer con el sonido”, afirma Antoine Läng, coprogramador del Festival, en el espectáculo Musique Matin del 27 de noviembre.
Explorando nuevos fabricantes de violines
Akouphène también explora este año el territorio de los nuevos fabricantes de violines. El segundo día del Festival, el público podrá descubrir instalaciones de nuevos instrumentos inventados, pero también revisitados de instrumentos tradicionales. Una tradición revisada y un interés renovado por la música antigua están muy presentes en la música experimental. El resultado son proyectos que mezclan instrumentos antiguos con inquietudes muy contemporáneas, como el dúo Lise Barkas y Yann Leguay que mezclan gaita, música electrónica y oscilador (sábado 30 de noviembre).
El mismo día, el público también podrá descubrir el “Pivophone” de Jen Morris, descubierto por primera vez en Espace 2 durante el Aniversario del Arte en 2019. “Es un dispositivo bastante simple que gira alrededor de una púa giratoria. Es un Desde entonces, Jen Morris ha propuesto varias versiones del proyecto, lo que da continuidad al desarrollo de este instrumento”, subraya Antoine Läng.
Finalmente, el domingo 1 de diciembre, la interpretación de la obra “Exploratory” (2019) del compositor Phil Niblock en una nueva versión de los acordeonistas Jonas Kocher, Hannes Lingens y Ben Richter producirá fenómenos acústicos imposibles de anticipar o reproducir en otros contextos. Música muy física y profundamente emocional.
Comentarios recogidos por Anne Gillot
Web de adaptación: ld
Festival Akouphène, cave12, Ginebra, del 29 de noviembre al 1 de diciembre de 2024.
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