“Ser una locomotora del balonmano femenino francés, como lo fue Olivier”declaró Sébastien Gardillou cuando asumió el cargo en septiembre. A la hora de suceder al histórico entrenador de los Bleues, su ex asistente, de 49 años, no teme el desafío. En el corazón del proyecto de la selección francesa desde 2016, vivirá su primera competición como entrenador, a partir del jueves 28 de noviembre, con la Eurocopa que los blues comenzarán en Suiza contra Polonia (deslizamiento a las 20:30).
Formó parte de los títulos de la Eurocopa de 2018, de los Campeonatos del Mundo de 2017 y 2023 y de los Juegos Olímpicos de 2020, sin olvidar las numerosas medallas de plata obtenidas durante el período más próspero del balonmano femenino francés. Pero a la sombra de Olivier Krumbholz, Sébastien Gardillou, a quien no gustaban tanto los medios, pasa a primer plano. “Es alguien a quien le gusta trabajar en cosas que tiene menos control, que es muy trabajador, y a nivel humano tiene la capacidad de cuestionarse para buscar siempre progresar. Así que no tengo dudas de su capacidad para jugar”. este papel brillantemente”subraya la capitana de los Bleues, Estelle Nze Minko, a franceinfo: sport.
Los jugadores, vinculados a Sébastien Gardillou, trabajaron extraoficialmente para su nombramiento. “Para mí, es un genio del balonmano. Tiene una visión muy precisa de lo que espera de cada jugador. Es un muy buen táctico. A nivel ofensivo, ofrece sistemas que permiten expresar todas nuestras cualidades. Es una enciclopedia.”describió Orlane Kanor justo antes de los Juegos Olímpicos de París. “Sébastien es un amor, añadió Tamara Horaček. Es una persona hiperactiva que siempre quiere darlo todo por el equipo y por el balonmano. Es muy cercano a nosotros, discutimos mucho porque tomó las riendas del proyecto de juego ofensivo”..
Arquitecto del ataque francés, el nuevo técnico resume su idea de juego en una palabra: continuidad. “No voy a cambiar mi método. Ha demostrado su eficacia, así que no creo que deba cuestionarse. Suscribo técnica y tácticamente todo lo que ha defendido Olivier. Si las cosas cambian en la organización táctica , estará al margen. Mis convicciones no están muy alejadas de las de Olivier.“explica Sébastien Gardillou. Al igual que su predecesor, también tiene la intención de continuar con el coaching colaborativo para “mantener una relación cercana con los deportistas, coconstruirlos e involucrarlos verdaderamente en el proyecto”. Para ello se organizó a finales de septiembre un curso de reflexión que reunió a algunos jugadores veteranos y al personal.
Para la cohesión de su equipo, Sébastien Gardillou también debería seguir repartiendo las piruletas que ya regalaba al personal y a los suplentes antes de cada partido cuando era asistente. Y siempre podrá contar con los sabios consejos de Olivier Krumbholz, incluso si éste pretende dar un paso al costado. “Seb necesita estos cuatro años hasta Los Ángeles, en un ciclo olímpico, para hacerse cargo del equipo. Es alguien intelectualmente brillante, que tiene muchas ideas, una cada cinco minutos, siempre quiere cambiar las cosas pero hay que hacerlo”. hacer este trabajo con total independencia y no sé ser asesor, sería un poco invasivo. sonrió el ex entrenador durante el traspaso de responsabilidad ante la prensa.
Ya derrotado dos veces en sus primeros cuatro partidos de preparación para la Eurocopa, contra Hungría en octubre (30-27) y España (28-27) el 22 de noviembre, Sébastien Gardillou tendrá menos derecho a confundirse con su primera competición oficial. Pero él nos asegura: “Tengo la suerte de haber trabajado con un monumento. Si soy capaz de tener en cuenta una décima parte de sus consejos, seré un muy buen entrenador”.