CONTRAPUNTO – Sobre su decisión de censurar o no al gobierno, RN quiere no decepcionar a su base original, sin asustar a un nuevo público, de una derecha más liberal, que teme más que nada un mayor deterioro de la situación del país.
Decisivo, el encuentro entre Marine Le Pen y Michel Barnier no pudo ser concluyente. Dado que recibirá a todos los grupos de la oposición, el Primer Ministro aún no puede comprometerse a ninguna concesión o compromiso de este tipo. En cuanto a la jefa de diputados RN, tuvo que endurecer su tono para hacer entender el precio de su decisión de censurar o no al gobierno.
Al mostrar su desilusión al abandonar Matignon, Marine Le Pen prepara los ánimos para una sentencia fatal contra el Primer Ministro nombrado hace sólo ochenta días. ¿A riesgo de provocar un bloqueo político que conduciría, en ausencia de un presupuesto votado, a un aumento de los tipos de interés y a un colapso económico? Es precisamente este argumento el que cabrea a la Agrupación Nacional.
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