AMientras que los Países Bajos tienen alrededor de 200 barcos de pesca de camarón, Bélgica sólo tiene unos quince. Por tanto, la flota belga está autorizada a pescar con un poco más de libertad, aunque el camarón sigue siendo un producto estacional que depende de la oferta y la demanda.
“Las capturas fueron entre regulares y buenas de junio a octubre”, dice Steven Timmermans, del mayorista Alfa Fish. “Sin embargo, la crisis asoma en el horizonte. Los individuos aún no lo sienten plenamente, pero parece inevitable. » Según Steven Timmermans, las capturas son insuficientes, en particular debido a la menor cantidad de camarones en el mar.
La asociación profesional flamenca Rederscentrale también cree que no es descabellado pensar que se repita el escenario del invierno pasado. “Hace tres años tuvimos un año récord, luego la situación empeoró”, dice. “Durante los meses de invierno el camarón busca mayores profundidades, por lo que ahora las capturas son moderadas y los precios volverán a aumentar como el invierno pasado. »
La gamba gris pelada cuesta actualmente entre 60 y 70 euros el kilo en las tiendas. A finales del próximo mes, esta cifra podría alcanzar entre 80 y 90 euros.
A partir de este lunes 25 de noviembre, los pescadores de camarón alemanes, daneses y holandeses podrán permanecer en el mar un máximo de 72 horas semanales. Los infractores se enfrentan a una multa. Las medidas podrían volverse aún más estrictas a principios de diciembre.
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