Libé: ¿Puedes presentarte a nuestros lectores?
Derguene Mbaye: Soy ingeniero investigador en inteligencia artificial, especializado en el procesamiento automático del lenguaje, en particular de las lenguas senegalesas como el wolof. Trabajo en una empresa llamada Baamtu, especializada en inteligencia artificial, desarrollo de software y big data, donde hago investigación y desarrollo. Al mismo tiempo, estoy preparando una tesis en la Escuela Superior Politécnica de Dakar. También cuento con el apoyo de Google como parte de un programa de tutoría.
Finalmente, cofundé GalsenAI, la comunidad de inteligencia artificial más grande de Senegal, con dos mil miembros activos. Realizamos numerosas actividades de promoción y divulgación, en colaboración con Google, y trabajamos en proyectos de código abierto. Hemos estado haciendo un trabajo de popularización desde 2018, y en aquel entonces ya hablábamos de modelos de lenguaje, la tecnología en el corazón de ChatGPT. Hemos realizado varias actividades con empresas como Nespresso que exploraron el primer caso de uso de IA en un enfoque de desafío.
¿Cómo puede África cerrar la brecha digital en la competencia global por la inteligencia artificial?
En África, es crucial, en áreas tan complejas como la IA, poder aprender de los mejores y desarrollar sinergias para evitar acentuar la brecha tecnológica entre los países del Norte y los del Sur. Aunque aún queda un largo camino por recorrer, son muchas las iniciativas que están surgiendo, como el desarrollo de infraestructuras digitales, telecomunicaciones, informática y almacenamiento de datos. Además, existen ambiciosos programas para el desarrollo y financiación de empresas y startups en África. Si África sigue esta dirección, podrá posicionarse en este ámbito.
¿Cómo podemos desarrollar la IA en África con el dominio de las lenguas orales y no escritas?
La barrera del idioma puede ser una dificultad, pero tomemos el ejemplo del avance meteórico de WhatsApp en África, debido a su uso de voz. No existe la barrera del idioma. Si podemos lograr que las poblaciones analfabetas utilicen hoy estas aplicaciones en su propio idioma, esto puede cerrar la brecha y tener un impacto significativo en términos de inclusión digital y financiera. Además, la mayoría de los países africanos están atrasados en el consumo digital, lo que nos penaliza en la recopilación de datos que nos permiten tener aplicaciones a nuestra imagen.
¿Tienen los países africanos los medios para conservar sus habilidades mientras Europa y Estados Unidos demandan jóvenes? ¿Cómo puede África conservar sus talentos?
Esa es una gran pregunta. Existe una desigualdad de poder económico entre los países europeos y africanos, lo que dificulta competir con empresas como Google. Primero debemos desarrollar un ecosistema en estos países, más allá de los salarios. Debemos crear un ambiente de trabajo estimulante, ofrecer oportunidades y promover la creación local. Los jóvenes en África deben tener modelos de éxito con los que puedan identificarse.
La cooperación entre países africanos, por ejemplo entre Marruecos y Senegal, que son países cercanos, podría promover un entorno y un ecosistema para estos jóvenes creadores.
La cooperación entre los países africanos es muy importante. Hay iniciativas en este ámbito, pero es crucial fortalecerlas. Los países africanos deben colaborar, incluso si hay diferencias en madurez. Por ejemplo, Marruecos está muy avanzado en inteligencia artificial y otros países africanos pueden aprender mucho de su experiencia y viceversa.
Existen estrategias nacionales para el desarrollo de la IA en países como Marruecos y Senegal. Estas estrategias incluyen proyectos de colaboración y apertura a la cooperación internacional, lo cual es muy prometedor. La Unión Africana también ofrece proyectos subregionales que conviene fomentar.
Marsella: Comentarios recogidos por Youssef Lahlali
