VISTO DESDE OTRAS PARTES – Tres muertes en dos semanas, tiroteos entre menores y jóvenes que posan con armas de fuego en las redes sociales están haciendo sonar la alarma en la ciudad y revelando dramáticas disfunciones en el sistema, incluidas, en primera línea, las escuelas.
Por Iñigo Domínguez (El País)
Le disparó porque había ensuciado unas zapatillas Versace de 500 euros. Así se justificó el joven de 17 años que, el 1 de noviembre, quitó la vida a Santo Romano, de 19 años, en San Sebastiano al Vesuvio, cerca de Nápoles. La víctima sólo había acudido para calmar la situación y ni siquiera era la autora de las manchas.
El miércoles pasado, cuando el coche fúnebre llegó para el funeral a una iglesia del barrio Casoria, en las afueras de la ciudad, compañeros de clase y del equipo de fútbol de Santo Romano se agolparon alrededor del féretro blanco. Sin saber muy bien cómo llevarlo, quedaron paralizados por este respeto que les inspiraba el sentimiento de tocar la muerte tan pronto, a una edad tan temprana. “Morir por unas zapatillas es inaceptable”repetimos entre la multitud mientras la multitud bloqueaba el tráfico.
Circunstancias absurdas
Los carteles y camisetas de decenas de adolescentes llorando abrazándose rindieron homenaje a un
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