Melilla: un enclave cultural en el corazón de África | APAnoticias

Melilla: un enclave cultural en el corazón de África | APAnoticias
Melilla: un enclave cultural en el corazón de África | APAnoticias
-

Melilla, un minúsculo territorio español de 13 km² enclavado en la costa marroquí, es mucho más que un simple enclave geográfico. Situada frente al mar de Alborán, esta ciudad es un cruce de caminos único donde varias culturas se encuentran y se mezclan, ofreciendo una inmersión fascinante en la historia y la identidad del Mediterráneo.

Dominada por una muralla fortificada del siglo XVI, Melilla alberga un notable patrimonio arquitectónico e histórico. La Plaza de la Maestranza, también conocida como Plaza Aljibes, es un punto central de esta fortificación. A unos pasos, los antiguos almacenes denominados “Almacén de las Peñuelas”, construidos en 1781 durante el reinado de Carlos III, son testigos de la época en la que la ciudad fue un eje estratégico bajo la administración española.

Renovado en 2007, este edificio histórico alberga actualmente el Museo de Historia, Arqueología y Etnología de Melilla, una institución cultural que ilustra el múltiple patrimonio de la región. Dividido en varias salas expositivas, el museo presenta un panorama completo de las civilizaciones que han marcado a Melilla, desde la prehistoria hasta la época contemporánea.

En la planta baja, los visitantes descubren colecciones dedicadas a las culturas sefardí, amazigh y gitana. Estos artefactos (cerámica, joyería, vestimenta tradicional) reflejan una forma de vida donde coexisten la tradición y la innovación. En la planta superior, una inmersión en las épocas fenicia, púnica y meriní nos permite comprender la evolución histórica de Melilla, en particular su papel como cruce comercial en el Mediterráneo bajo los Banu Salih y los meriníes.

Un viaje al corazón de las identidades

El museo no se limita a una simple exposición de objetos. Ofrece una reflexión real sobre la asimilación y la convivencia cultural que han dado forma a esta región. Desde las tradiciones amazigh arraigadas en las artes locales hasta las contribuciones sefardíes simbolizadas por lugares como la sinagoga Yamin Benarroch, cada comunidad ha dejado una huella duradera. Las influencias gitanas, por su parte, se encuentran en la expresión musical y artística, con especial protagonismo al flamenco, auténtico puente entre Andalucía y el norte de África.

También se destacan prácticas antiguas, como la pesca, la agricultura y la artesanía cerámica ornamentada, que ilustran una simbiosis armoniosa entre el hombre y su entorno. Las colecciones nos recuerdan así que Melilla no es sólo un enclave español, sino también un fragmento vivo de la historia norteafricana.

Un mosaico identitario con raíces africanas

Melilla encarna una extensión cultural y espiritual del Rif marroquí, testigo de los incesantes intercambios entre Europa y África a lo largo de los siglos. Su posición estratégica, en la costa marroquí, reafirma su esencia africana, mientras que su herencia multicultural ilustra un rico y complejo mosaico de identidad.

Si Melilla se distingue por sus tradiciones amazigh, sefardí y mediterránea, sigue estando intrínsecamente ligada a su entorno inmediato. Frente al mar de Alborán, este enclave español cuenta, a través de sus museos y su historia, una búsqueda perpetua de asimilación, convivencia y apertura al mundo.

Con sus profundas raíces en suelo africano, Melilla es mucho más que un simple territorio; es un testimonio vivo de una memoria compartida entre Marruecos y España, y un símbolo de la diversidad que define el Mediterráneo.

SL/ac/APA

-

PREV Salsas picantes, recursos y perros truferos – rts.ch
NEXT Este potente portátil gaming (RTX 4070 + Ultra 7 con pantalla de 240 Hz) pierde 700€ de su precio por las ofertas previas del Black Friday