El primer ministro François Legault no respondió el miércoles a las preguntas sobre si todavía creía en el proyecto Northvolt en Quebec, mientras que en Ottawa, el ministro federal de Industria, François-Philippe Champagne, siguió mostrando un cauto optimismo al respecto.
Publicado a las 12:29 p.m.
Actualizado a las 13:06
Stéphane Blais
La prensa canadiense
Aunque la empresa sueca ha afirmado en las últimas semanas que su proyecto de fábrica en Montérégie se realizará, varios informes sugieren que está atravesando graves dificultades financieras.
Northvolt incluso está considerando declararse en quiebra, según algunos medios, incluida la agencia de noticias Reuters.
En Quebec, un periodista interrogó el miércoles por la mañana al Primer Ministro Legault sobre este tema en los pasillos de la Asamblea Nacional.
Preguntó al Primer Ministro si había “insinuado que ya no creía en el proyecto” de Northvolt.
“Sólo dije que estaba esperando información”, afirmó François Legault.
Cuando The Canadian Press le preguntó si había recibido la información en cuestión, el Primer Ministro respondió secamente “no”.
Más tarde, durante el turno de preguntas, el líder de la oposición oficial, Marc Tanguay, constató que su oponente esquivaba las preguntas sobre el expediente Northvolt.
“Ni una palabra sobre Northvolt, 710 millones del dinero de los quebequenses que pagan impuestos y lo envían a Quebec con el sudor de su frente, 710 millones, ni una palabra sobre Northvolt. »
Precaución y confianza
En Ottawa, el ministro federal de Industria, François-Philippe Champagne, repitió varias veces las palabras “precaución” y “confianza” durante una reunión con la prensa.
Hay que tener “cautela, como dije con respecto a las informaciones que circulan, porque son muchas”, indicó el ministro Champagne.
“Pero también la confianza, porque a largo plazo creo que redunda en el interés económico y estratégico, no sólo de Canadá, sino también de nuestros socios europeos, tener una fábrica de baterías en América del Norte”, porque “el mayor mercado de motores vehículos está aquí, en América del Norte”, repitió, sugiriendo así que supone que las actividades de Northvolt en Quebec se salvarán, a pesar de las dificultades financieras del “negocio”.
“Lo que sucede en Europa es una cosa, lo que sucede en América del Norte es otra”, añadió el ministro, haciéndose eco de los recientes comentarios del director general de Northvolt Norteamérica, Paolo Cerruti.
Hace tres semanas, durante un discurso en la “Conferencia internacional sobre baterías de litio avanzadas para aplicaciones automotrices organizadas”, admitió que la empresa sueca atravesaba un período “difícil” y “crucial”.
Reiteró que Northvolt está en Quebec “para quedarse”, pero indicó al mismo tiempo que no sabemos cómo afectará la reestructuración de la empresa sueca a los proyectos de la fábrica de Montérégie y a su calendario.
En septiembre, Northvolt anunció el despido de 1.600 empleados en Suecia, o una quinta parte de su plantilla, lo que ilustra las dificultades financieras a las que se enfrenta la empresa.
Recientemente, la empresa también vendió su sitio en Borlänge, Suecia, donde iba a construir una fábrica de materiales para el cátodo, el terminal positivo de una batería.