El banco central marroquí está allanando el camino para las finanzas verdes al publicar una directiva que anima a los bancos marroquíes a integrar las cuestiones medioambientales en sus estrategias.
Bank Al-Maghrib (BAM), el banco central marroquí, presentó sus iniciativas para abordar los riesgos climáticos y promover las finanzas sostenibles durante un evento organizado al margen de la 29ª Conferencia de las Partes (COP29) en Bakú, Azerbaiyán.
El evento, celebrado en el Pabellón de Marruecos, destacó los esfuerzos estratégicos de BAM para mitigar las vulnerabilidades financieras relacionadas con el cambio climático, fomentando al mismo tiempo una transición energética inclusiva y respetuosa con el medio ambiente.
Najwa Mouhaouri, responsable de la unidad de Finanzas Verdes del BAM, presentó los principales ejes del enfoque adoptado por el banco para promover las finanzas verdes en Marruecos. Esta estrategia se basa en varios pilares: sensibilizar a los actores del sector financiero sobre los riesgos climáticos, organizar talleres de capacitación sobre gestión de riesgos ambientales y fortalecer el diálogo entre las partes interesadas.
El banco también está explorando asociaciones con instituciones nacionales e internacionales para analizar las oportunidades y desafíos inherentes al desarrollo del sector bancario verde en Marruecos.
En su intervención, Mouhaouri subrayó que estos esfuerzos se inscriben en la Estrategia Baja en Carbono 2050 del Reino y en los compromisos climáticos de Marruecos, en particular sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC).
Bank Al-Maghrib, miembro de redes internacionales como la Red para un sistema financiero más ecológico (NGFS) y la Red para una banca y finanzas sostenibles (SBFN), integra las mejores prácticas globales en finanzas sostenibles. Estas afiliaciones permiten a la institución fortalecer sus capacidades en la gestión del riesgo climático y promover un sector financiero resiliente.
Compromisos alineados con estándares internacionales
Como parte de su misión reguladora, BAM emitió una directiva a los bancos marroquíes, animándolos a integrar consideraciones ambientales en sus estrategias. Este marco normativo incluye lineamientos para la gobernanza, la gestión de riesgos, la capacitación y la transparencia en la información financiera.
Estas medidas tienen como objetivo apoyar la transición energética nacional y al mismo tiempo fortalecer la resiliencia del sector bancario frente a los desafíos climáticos.
La COP29, que se celebrará del 11 al 22 de noviembre en Bakú, se centra en la financiación climática, una cuestión central en la lucha contra la alteración medioambiental. Se insta a los países desarrollados a cumplir sus compromisos financieros con las naciones en desarrollo para ayudarlos a reducir las emisiones y adaptarse a los crecientes impactos del cambio climático.
Esta conferencia reúne a una diversidad de actores, que van desde políticos y líderes empresariales hasta activistas ambientales, pasando por representantes de comunidades indígenas y de la sociedad civil. Sin embargo, la fuerte presencia de lobistas de los combustibles fósiles –1.770, algunos de los cuales forman parte de delegaciones oficiales– ha provocado críticas virulentas por parte de las ONG, que denuncian posibles conflictos de intereses.
La elección de Azerbaiyán como anfitrión de esta edición también ha sido objeto de polémica, debido a su posición como líder mundial en producción de crudo, lo que plantea dudas sobre la coherencia de los objetivos climáticos con los intereses energéticos del país.
Así, al margen de esta conferencia con múltiples temas, la contribución del Banco Al-Maghrib ilustra el compromiso concreto de Marruecos en la lucha contra el cambio climático, al tiempo que refuerza el papel del sector financiero en la transición ecológica.
MK/te/APA