“Ninguna llamada telefónica es capaz de detener la agresión rusa en Ucrania”, declaró el domingo el primer ministro polaco, dos días después de una controvertida llamada de la canciller alemana al presidente ruso Vladimir Putin.
“Nadie detendrá a Putin con llamadas telefónicas”, escribió Donald Tusk en el teléfono de la red social y no puede sustituir el apoyo real de todo Occidente a Ucrania”, subrayó.
La red energética ucraniana, ya muy frágil, se enfrentó el domingo a uno de los ataques rusos más importantes de los últimos meses, con ataques que mataron a nueve personas e hirieron a una veintena en todo el país, según las autoridades.
El canciller Olaf Scholz, criticado por su entrevista telefónica con Vladimir Putin, se defendió reafirmando el domingo el apoyo inquebrantable de Alemania a Ucrania y asegurando que no se tomaría ninguna decisión sobre el resultado de la guerra sin Kiev.
Estas declaraciones de la canciller alemana fueron aplaudidas el viernes por Donald Tusk, “contento de saber que la canciller (…) había reiterado la posición polaca: nada sobre Ucrania sin Ucrania”. La reunión entre el Canciller Scholz y el Presidente Putin enfureció a Kiev, y el Presidente ucraniano Volodymyr Zelensky acusó a Olaf Scholz de haber abierto la “caja de Pandora”.