“Desde el comienzo de la guerra, los funcionarios israelíes han apoyado públicamente políticas que despojan a los palestinos de las necesidades necesarias para sustentar la vida: alimentos, agua y combustible”, dijo el Comité. “Estas declaraciones, así como la interferencia sistemática e ilegal con la ayuda humanitaria, demuestran claramente la intención de Israel de explotar suministros vitales para obtener beneficios políticos y militares. »
El informe, que abarca el período comprendido entre octubre de 2023 y julio de 2024, examina los acontecimientos en el territorio palestino ocupado y el Golán sirio ocupado, pero se centra en el impacto catastrófico de la guerra en curso en Gaza sobre los derechos de los palestinos.
“Con su asedio a Gaza, su obstrucción de la ayuda humanitaria, así como sus ataques selectivos y asesinatos de civiles y trabajadores humanitarios, a pesar de los repetidos llamamientos de la ONU, las órdenes vinculantes de la Corte Internacional de Justicia y las resoluciones del Consejo de Seguridad, Israel provoca intencionalmente muerte, hambre y lesiones graves, utilizando el hambre como método de guerra e infligiendo castigos colectivos a la población palestina”, dijo el Comité.
El informe documenta cómo la extensa campaña de bombardeos de Israel en Gaza ha diezmado los servicios esenciales y desencadenado una catástrofe ambiental que tendrá impactos duraderos en la salud. A principios de 2024, se habían lanzado sobre Gaza más de 25.000 toneladas de explosivos –equivalentes a dos bombas nucleares–, provocando destrucción masiva y el colapso de los sistemas de agua y saneamiento, devastación agrícola y contaminación tóxica.
“Al destruir sistemas vitales de agua, saneamiento y alimentación, y contaminar el medio ambiente, Israel ha creado una combinación mortal de crisis que infligirá graves daños a las generaciones venideras”, afirmó el Comité.
El informe plantea serias preocupaciones sobre el uso por parte de Israel de sistemas de objetivos impulsados por inteligencia artificial para dirigir sus operaciones militares, y el impacto que ha tenido en los civiles, particularmente en el abrumador número de mujeres y niños entre las víctimas.
“El uso por parte del ejército israelí de objetivos asistidos por IA, con mínima supervisión humana, combinado con bombas pesadas, subraya el desprecio de Israel por su obligación de distinguir entre civiles y combatientes y de tomar salvaguardias adecuadas para evitar muertes de civiles”, dijo el Comité.
En medio de la devastación en Gaza, la escalada de la censura de los medios por parte de Israel, la supresión de la disidencia y los ataques contra los periodistas son esfuerzos deliberados para bloquear el acceso global a la información, concluyó el Comité. También señaló cómo las empresas de redes sociales han eliminado de manera desproporcionada el “contenido pro palestino” en comparación con las publicaciones que incitan a la violencia contra los palestinos.
El Comité condenó la actual campaña de difamación y otros ataques contra la UNRWA y la ONU en general.
“Este silenciamiento deliberado de la información, combinado con desinformación y ataques a los trabajadores humanitarios, es una estrategia clara para socavar el trabajo vital de la ONU, atacar el sustento de la ayuda que aún llega a Gaza y desmantelar el orden legal internacional”, dijo el Comité.
El Comité pidió a todos los Estados miembros que cumplan con sus obligaciones legales de prevenir y poner fin a las violaciones del derecho internacional por parte de Israel y exigirles responsabilidades.
“Es responsabilidad colectiva de cada Estado dejar de apoyar el ataque a Gaza y el sistema de apartheid en la Cisjordania ocupada, incluida Jerusalén Oriental”, dijo el Comité.
“El mantenimiento del derecho internacional y la responsabilidad por las violaciones recae directamente en los Estados miembros. No hacerlo debilita el núcleo mismo del sistema jurídico internacional y sienta un precedente peligroso, permitiendo que se cometan atrocidades sin control. »
El informe del Comité se presentará en el 79º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas el 18 de noviembre de 2024.
