Las Naciones Unidas consideran que Internet es un servicio esencial, al igual que la electricidad y el agua potable. Hace unos días se publicó un informe financiado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de la Commonwealth y la Agencia Sueca de Cooperación para el Desarrollo Internacional elaborado por la Asociación Mundial de Operadores Móviles (GSMA).
Este nuevo informe “El estado de la conectividad a Internet móvil 2024” destaca que el aumento del uso de Internet móvil en África podría generar hasta 795 mil millones de dólares para la economía del continente de aquí a 2030 (3.500 mil millones de dólares a nivel mundial). La GSMA cree que eliminando varias barreras, las economías africanas podrían beneficiarse de un crecimiento masivo. Al aumentar la conectividad, podrían desarrollarse nuevos sectores digitales como el comercio electrónico, los servicios financieros móviles, la educación en línea y la telemedicina, lo que contribuiría a acelerar el crecimiento económico en los países en desarrollo.
El estudio muestra, por ejemplo, que el África subsahariana tiene una tasa de cobertura móvil relativamente alta. Aunque es inferior a otras regiones del mundo, todavía alcanza el 87%. Sin embargo, a pesar de esta cobertura, sólo el 27% de la población local utiliza Internet móvil (por lo que casi el 60% de las personas cubiertas por la red hoy no se benefician de ella; el 89% en 2015). La región muestra así la mayor brecha en el uso de Internet móvil (la proporción de la población que vive en un área cubierta por una red de banda ancha móvil, pero que no la utiliza). Una diferencia que puede explicarse por varios obstáculos: el elevado coste de los dispositivos compatibles (en muchos países africanos, los smartphones siguen representando una parte importante de la renta mensual media), el precio de la conexión y la diferencia de uso entre sexos. En el África subsahariana, que representa una cuarta parte de la población desconectada del mundo, un dispositivo básico cuesta el 99% del ingreso mensual promedio del 20% más pobre. Esta inaccesibilidad financiera a los dispositivos es, por tanto, una de las principales razones de la brecha en el uso de Internet móvil. En esta misma región el costo promedio por 1 GB alcanza el 15% del ingreso promedio de toda la población y el 34% para el 40% más pobre. Por último, según la GSMA, el África subsahariana y el sur de Asia tienen las mayores brechas de género en el acceso a Internet móvil.
En este primer informe la GSMA propone que operadores de telecomunicaciones, gobiernos y fabricantes colaboren para ofrecer dispositivos asequibles, adaptados al poder adquisitivo local y ofertas de Internet móvil adaptadas. También sugiere políticas que promuevan la inversión en infraestructura móvil, impuestos reducidos sobre los dispositivos y educación digital para crear conciencia sobre los beneficios de Internet. Además de los beneficios económicos, toda una serie de medidas aumentarían la tasa de penetración de Internet móvil, al tiempo que apoyarían la inclusión digital. La cuestión es aún más crucial porque, en 2030, África tendrá una de las poblaciones más jóvenes y de más rápido crecimiento del mundo. Un mayor acceso a Internet podría permitir que esta generación más joven ingrese a la fuerza laboral con habilidades digitales esenciales, apoyando la economía del mañana.
También elaborado por GSMA el pasado mes de marzo, un informe “State of the Industry Report on Mobile Money 2024”, analizó la evolución del dinero móvil en el mundo. El estudio mostró que el número de cuentas activas durante 30 días aumentó un 47%, de 161 millones a 237 millones durante el mismo período. Con 62.000 millones de transacciones en 2023, por un valor total de 919.000 millones de dólares, o el 65,6% de los 1.400 millones de dólares que pasaron por las cuentas de dinero móvil en todo el mundo, África se posiciona como líder mundial del sector. El informe mostró que un aumento de 10 puntos porcentuales en la adopción del dinero móvil podría aumentar el PIB entre un 0,4% y un 1%.