Bélgica registró el año pasado 665 nuevos casos de VIH y el número de diagnósticos aumentó por tercer año consecutivo, anunció el jueves el instituto de salud pública Sciensano.
“Esto marca el fin de la tendencia a la baja observada desde hace años, es un cambio preocupante”, comentó Sciensano, subrayando que en cifras absolutas estos nuevos diagnósticos afectan a los heterosexuales casi tanto como a los hombres homosexuales.
El aumento respecto a 2022 es un poco más notable entre los homosexuales (+16%) que entre los heterosexuales (+13%, la cifra de progresión global).
Y en esta última categoría de población, se detectan numerosos casos nuevos entre extranjeros que han contraído visiblemente la infección por el VIH tras su llegada a Bélgica. “Entre las mujeres, la mitad de los nuevos diagnósticos se realizaron en mujeres del África subsahariana”, precisa la organización belga.
En cuanto a los homosexuales (297 nuevos diagnósticos), “el aumento afecta principalmente a los hombres belgas, especialmente en el grupo de edad de 30 a 39 años”. “La prevención del VIH se ve obstaculizada por la disminución del uso del preservativo, aunque éste ha sido un método de prevención crucial desde el inicio de la epidemia”, lamenta Sciensano.
Además del uso de preservativos, el instituto de salud cita entre las estrategias de prevención el cribado periódico, el tratamiento de las personas que viven con el VIH para prevenir la transmisión sexual y tratamientos preventivos como la PrEP (profilaxis previa a la exposición). “Aunque el uso de PrEP entre hombres que tienen sexo con hombres continúa aumentando, el aumento de los diagnósticos en este grupo sugiere que persisten brechas en la cobertura”.