Etiopía, el segundo país más poblado de África, se está preparando para dar un paso importante al abrir su sector bancario a los inversores extranjeros. Esta liberalización, respaldada por un plan de rescate de 3.400 millones de dólares del FMI, ya atraería el interés de los bancos marroquíes, que considerarían posicionarse en este prometedor mercado, según los medios locales.
Según el gobernador del Banco Nacional de Etiopía, Mamo Mihretu, varios bancos marroquíes, junto con sus homólogos kenianos y emiratíes, han expresado un gran interés en establecer filiales locales.
“Considerado uno de los mercados bancarios más grandes y menos explotados de África, la elección de Etiopía podría transformar el sector financiero aportando capital, innovación y competencia”, explicó.
Para los bancos marroquíes, esta inversión se inscribe en una estrategia de diversificación regional, que les permitiría reforzar su presencia en África Oriental, una región aún poco explotada pero con un fuerte potencial de crecimiento.
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