En una carta dirigida a la comunidad internacional, COSCIPAC, portavoz de la sociedad civil centroafricana, pide la salida “inmediata e incondicional” de Valentine Rugwabiza, representante especial de la ONU en la República Centroafricana (RCA) y jefe de MINUSCA (Organización Multidimensional de las Naciones Unidas). Misión Integrada de Estabilización en la República Centroafricana). La sociedad civil exige también la rápida retirada de las fuerzas especiales ruandesas presentes en el territorio centroafricano y pide una revisión del enfoque de la MINUSCA, para adaptarlo a las realidades locales, con el fin de servir mejor a los intereses del país.
El COSCIPAC insta al secretario general de la ONU a asumir su responsabilidad antes de que la situación “empeore”, advirtiéndole que será considerado responsable en caso de desgracias que afecten a la población centroafricana. Esta iniciativa de la sociedad civil llega en vísperas de la Asamblea General de las Naciones Unidas dedicada a la seguridad. Su objetivo es llamar la atención internacional sobre la crisis en la República Centroafricana y cuestionar a los funcionarios de la ONU sobre la urgencia de la situación. Recientemente, la salida de la misión de la ONU en la República Centroafricana, MINUSCA en general, y de su jefe Valentine Rugwabiza fue agitada en los medios e incluso en las redes sociales. Un cuestionamiento de la eficacia de MINUSCA frente a los actos de violación en la República Centroafricana.
Recientemente, “Le monde” y “La nueva humanité” también publicaron una investigación conjunta sobre las violaciones de mujeres centroafricanas por parte de empleados de la MINUSCA. Diecinueve mujeres centroafricanas testificaron sobre abusos sexuales cometidos por fuerzas de paz. En particular, fue el contingente ruandés el que recibió la mayor cantidad de acusaciones de agresión sexual. Además, se denuncia que, ante estas acusaciones, la MINUSCA rechazó una solicitud de reunión entre los medios de comunicación y el jefe de la misión, el ruandés Valentine Rugwabiza. De hecho, la MINUSCA ya ha sido acusada de explotación y abuso sexuales en numerosas ocasiones. Además, durante los diez años de despliegue, las fuerzas de paz fueron declaradas culpables de numerosos otros delitos, como el saqueo de los recursos naturales del país y la colaboración con militantes de grupos armados ilegales. ¿Qué futuro tiene Valentine Rugwabiza a un paso de la revisión de su mandato al frente de la misión de la ONU? ¿Continuará el trabajo ya iniciado ante esta criticada situación? Los últimos acontecimientos nos edificarán…
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