Desde el 1 de noviembre, los propietarios bruselenses que alquilan una vivienda con un contrato de arrendamiento de corta duración (menos de tres años) ya no pueden aumentar el alquiler entre dos inquilinos, excluyendo la indexación legal, informó el sábado el periódico L’Echo.
Esta prohibición, prevista en la nueva ordenanza sobre “arrendamiento”, se aplica en caso de terminación anticipada o por vencimiento, y para todos los posibles contratos posteriores de corta duración por un período de nueve años. Para controlar el cumplimiento de esta prohibición, el arrendador debe indicar varios datos en el contrato de arrendamiento de corta duración, incluido el tipo de arrendamiento anterior y el alquiler aplicado al último inquilino, explica L’Echo.
Así, la Región de Bruselas garantiza que los alquileres de arrendamiento a corto plazo no aumentarán más rápido que los de arrendamiento a largo plazo, que sólo pueden cambiar en función de la indexación.
Antes de que esta ordenanza entrara en vigor, ya existía la prohibición de aumentar el alquiler en caso de renuncia del arrendador, recuerda L’Echo.
Según Federia, la Federación de Agentes Inmobiliarios, los arrendamientos a corto plazo representan más del 90% del mercado de alquiler de Bruselas.
La ordenanza de Bruselas prevé otras novedades, desde el 1 de noviembre, sobre varios aspectos relacionados con el arrendamiento (garantía de alquiler, cargas, seguros, inventario, animales domésticos, obras de ahorro energético, reducción del impuesto sobre la propiedad, realojamiento o incluso expulsión). sin título ejecutivo).
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