Teletrabajo en cafeterías: la tendencia divide a los propietarios suizos

Teletrabajo en cafeterías: la tendencia divide a los propietarios suizos
Teletrabajo en cafeterías: la tendencia divide a los propietarios suizos
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Trabajar a distancia desde una cafetería: desde la pandemia, la práctica parece haberse vuelto más popular. Además, a partir de ahora, ya no sólo en Starbucks se puede ver a la gente ocupada frente a sus ordenadores portátiles, bebiendo un espresso a cualquier hora del día. Pero lo que parece haberse convertido en un hábito para algunos suizos, especialmente en las grandes ciudades, no siempre representa una ventaja para los propietarios. Prueba de ello es que en Zúrich cada vez más personas introducen normas para regular esta práctica, como la prohibición del uso del ordenador en determinados días o la obligación de pedir bebidas con regularidad.

También en la Suiza francófona “observamos que mucha gente viene a trabajar con nosotros”, confiesa Diana Ambrus, propietaria de los cafés Sleepy Bear en Lausana y Montreux. La misma observación para Mikael Melro, camarero de Loops & Coffee en Ginebra y Pierre Linkenheld, codirector del Café de Grancy. En cuanto al perfil del cliente, todos comparten la misma observación, que Pierre Linckenheld resume así: “Hay quienes juegan y consumen, y quienes vienen a tomar un solo espresso a cambio de ocho horas de conexión a Internet”.

Sin embargo, los tres establecimientos francófonos no tienen intención de imponer normas, al menos nada tan estricto como en algunos cafés de Zurich. “En Loops & Coffee la presencia de trabajadores no nos molesta en absoluto. Estamos acostumbrados y nos conformamos”, explica Mikael Melro. En los otros dos establecimientos se admite que su presencia resulta en ocasiones “molesta” en las horas punta. “A menudo tenemos que recordar que somos un restaurante y no un cibercafé”, señala Pierre Linkenheld. Pero “seguimos contentos con esta gente. Llena la sala y nos da buena publicidad”. Un punto de vista compartido por Diana Ambrus.

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