Para venir al Elíseo, Charlene de Mónaco recurre a un maquillaje elegante y sutil cuyo secreto sólo ella conoce

Para venir al Elíseo, Charlene de Mónaco recurre a un maquillaje elegante y sutil cuyo secreto sólo ella conoce
Para venir al Elíseo, Charlene de Mónaco recurre a un maquillaje elegante y sutil cuyo secreto sólo ella conoce
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No hace falta mucho para sublimar a Charlene de Mónaco. Al visitar el Elíseo el 14 de mayo para una ceremonia en honor de su marido Alberto de Mónaco, optó por un look de belleza refinado que demuestra una vez más que es una apasionada de la belleza.

Charlene de Mónaco estuvo presente en el Elíseo el 14 de mayo para acompañar a su marido durante una ceremonia muy especial. La princesa, como es habitual, cautivó a los presentes con su impecable belleza.

El maquillaje desnudo de Charlene de Mónaco

Alberto II de Mónaco recibió la insignia de Comendador del Mérito Agrícola de manos de Emmanuel Macron durante su visita al Palacio del Elíseo en París. Pudo contar con el apoyo de varios miembros de su familia, entre ellos su hermana mayor Carolina de Mónaco, su esposa Charlene Wittstock y sus gemelos Jacques y Gabriella. La ex nadadora profesional también ha llamado la atención, como ocurre con cada una de sus salidas que son eventos. Charlene de Mónaco obtuvo puntos de belleza con su maquillaje incomparablemente suave, que combinaba hábilmente con su atuendo. Así, la estrella de 46 años apostó por Tonos rosados ​​para realzar su rostro. Una sombra con matices de color topo adornaba sus párpados, un rubor pastel iluminaba sus mejillas y un brillo nude hacía brillar sus labios. Finalmente, toques de brillo recorrieron su piel para crear un Aspecto fresco y primaveral.

© palacioprincierdemonaco instagram

Charlene de Mónaco se apega al corte Pixie

En cuanto a su peinado, la nacida en Zimbabwe también lo mantuvo sencillo y elegante. Si hace unas semanas probó el cuadrito muy corto con flequillo, la princesa encontró su corte de pelo favorito, es decir, el corte Pixie. Su cabello corto estaba recogido detrás de sus orejas, mientras que un gran mechón ocultaba parte de su frente.

Nos encanta este estilismo sencillo que nos permite admirar el color de la madre, quien lució un hermoso balayage rubio que captó perfectamente la luz.

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