Estos ladrones de energía que debes eliminar de tu vida para obtener más energía

-

Tu dieta, tu sueño, tus movimientos y tu mente representan las cuatro fuentes principales donde puedes recargarte de forma sostenible. Nuestros expertos te dan sus consejos más estimulantes. Segundo capítulo: ¿cómo recuperar tu energía gracias a tu mente? ¡Los consejos de un entrenador para sentirte en la cima de tu juego!

Nuestro cerebro influye en toda nuestra vida y, por tanto, nuestra salud mental también está ligada a nuestro nivel de energía. Carolien Van Den Bosch es entrenadora en Better Minds at Work y explica cómo la fortaleza mental puede marcar la diferencia.

¿Quiénes son los mayores ladrones de energía mental?

El entrenador: “El mayor problema es la desconexión, que ha surgido a lo largo de siglos, entre el cableado de nuestro cerebro y la forma en que ha evolucionado el mundo. Grandes cambios, como el progreso tecnológico, pero también la incertidumbre económica y la amenaza de guerra, han hecho que nuestro mundo sea muy incierto, volátil, complejo y ambiguo. Todo está cambiando a una velocidad vertiginosa, pero nuestros cerebros siguen siendo los mismos que hace 40.000 años, cuando vagábamos a pie por las praderas del este de África. No se adapta en absoluto al ritmo y la complejidad de nuestros tiempos. Nuestra corteza prefrontal (la parte del cerebro responsable del pensamiento racional), en particular, sólo tiene una cierta capacidad de concentración por día. Pero con nuestro ritmo de trabajo frenético y los incesantes estímulos digitales, nos bombardean todo el día.

Esto no sólo hace que perdamos mucha energía, sino que nuestro sistema nervioso está constantemente en modo “huir o luchar”, es decir, en un estado de alerta máxima, muy similar al que nos encontramos. nosotros mismos en el momento en que nos enfrentamos a un peligro real, como el ataque de un animal. Entonces reaccionamos principalmente a través de impulsos de nuestro cerebro reptil, que envía hormonas como la adrenalina y el cortisol, que nos preparan para el combate… o que nos ayudan a cumplir nuestros plazos de trabajo o alcanzar nuestros objetivos. Pero si este estado persiste, nos agotamos. Porque no permite la regeneración ni la relajación profunda, e impide el imprescindible “reinicio”. »

¿Cómo reequilibrar nuestra energía?

El entrenador: “En primer lugar, alineando tu realidad diaria con la capacidad de tu cerebro. Sé consciente de tu biorritmo personal y de cuándo tienes más energía para concentrarte. Muchas personas se concentran por la mañana y se ablandan por la tarde, otras tienen las ideas claras por la noche. Así que planifique las tareas que requieren el mayor esfuerzo cerebral (las llamadas “elefantes”) durante sus momentos de concentración. Por la tarde, te encargarás de los “conejos”, las pequeñas cosas que hay que hacer pero que requieren una concentración menor, como una lluvia de ideas, una reunión o un seguimiento de tus correos electrónicos.

Y haz una cosa a la vez, porque la multitarea es un mito. Nuestros cerebros no están equipados para realizar múltiples tareas simultáneamente. Simplemente cambia de uno a otro a toda velocidad, lo que te hace perder energía.

Y haz una cosa a la vez, porque la multitarea es un mito. Nuestros cerebros no están equipados para realizar múltiples tareas simultáneamente. Simplemente cambia de uno a otro a toda velocidad, lo que te hace perder energía. Tenga la disciplina de desactivar las notificaciones cuando necesite concentrarse para no distraerse. Y establece un código de conducta en tu empresa: ¿cuándo y cómo nos comunicamos, y a través de qué sistemas? ¿Cuándo realmente no estás disponible? Esto le dará a cada colega la oportunidad de descansar y ser verdaderamente eficiente. »

¿Otros consejos para tener más energía?

El entrenador: “Si quieres darle a tu cerebro la oportunidad de “reiniciarse”, tienes que aprender a cambiar más a menudo del modo “luchar y huir” al modo “descansar y digerir”: el estado en el que se encuentra el sistema nervioso parasimpático ( que permite que nuestros órganos descansen y se recuperen, nota del editor) está activo, se liberan hormonas reconstituyentes como la serotonina y el cuerpo y la mente se relajan profundamente. El ejercicio físico es una forma de hacerlo. Hace 40.000 años, cuando estábamos estresados ​​era porque el peligro implicaba una reacción física: teníamos que poder correr rápido o luchar de verdad. Esta acción eliminó instantáneamente todas las hormonas del estrés de nuestro sistema. Hoy en día, en situaciones estresantes, se espera de nosotros lo contrario: debemos mantener la calma y no nos desahogamos en absoluto. Por lo tanto, debemos encontrar alternativas.

Puede ser deporte, pero también meditación o ejercicios de respiración. La transición del sistema nervioso simpático (el que está activo en caso de actividad o estrés) al parasimpático del sistema nervioso autónomo se produce de forma automática; no tenemos control sobre eso. Excepto a través de la respiración: respirar a través del estómago involucra el nervio vago, que recorre todo el cuerpo y realmente alivia. El tipo de ejercicio respiratorio no es muy importante, siempre y cuando exhales más tiempo que inhalas y te limites a entre seis y ocho respiraciones por minuto.

Y por último, el contacto humano también es una buena forma de potenciar nuestra energía. Las investigaciones muestran que quienes sufren de soledad tienen más probabilidades de morir prematuramente que los fumadores o las personas obesas. La calidez envolvente que obtenemos de las amistades reales es el mejor refuerzo para la salud mental y, por tanto, para los niveles de energía. Estar conectado te ayuda a sentirte bien, seguro y atendido. Incluso mejora la capacidad curativa. »

¡Abastécete de energía con el nuevo GAEL!

-

PREV La magnífica “Gabrielle Solís”: 20 años después de “Mujeres desesperadas”, ¿qué ha sido de Eva Longoria?
NEXT Sudáfrica informa el primer caso de viruela simica