En Augsburgo, Alemania, se abrió una investigación sobre acusaciones de malos tratos a prisioneros, informó el lunes el diario Sueddeutsche Zeitung. Se dice que estos incidentes ocurrieron en la prisión de Gablingen, situada en el sur del país.
Según los informes, los detenidos en esta prisión sufrieron violencia física y fueron confinados desnudos en celdas de seguridad, sin mantas ni colchones. Ante estas acusaciones, la fiscalía de Augsburgo decidió investigar a miembros del personal penitenciario, incluido el director adjunto del establecimiento.
Como parte de esta investigación, la policía llevó a cabo un registro en la prisión y confiscó una gran cantidad de expedientes. Un abogado, que presentó una denuncia penal, afirmó que su cliente había sido detenido en una situación similar, desnudo y sin comodidades.
Katharina Baur, que trabajaba como médica en la prisión, reveló a la emisora pública Bayerischer Rundfunk que observó que el 80% de los presos estaban sin ropa ni ropa de cama. Precisó que esta práctica afectaba especialmente a los reclusos suicidas o que habían agredido al personal.
Los abogados del subdirector, Holm Putzke y Alexander Stevens, respondieron calificando las acusaciones de infundadas y diciendo que su cliente las rechaza firmemente. Además, el ministro de Justicia del Estado de Baviera, Georg Eisenreich, insistió en la necesidad de esclarecer estas acusaciones. Recordó que la presunción de inocencia se mantiene hasta que concluya la investigación.
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