Valérie de Graffenried
Bruselas
Publicado el 28 de octubre de 2024 a las 17:27 horas. / Modificado el 28 de octubre de 2024 a las 18:47 horas.
¿Fin de los aplausos por el sueño europeo de Georgia? Si los objetivos de ser miembro de la UE y la OTAN están bien consagrados en la Constitución del país, las elecciones legislativas del sábado arrojaron un velo opaco sobre estas aspiraciones. Prevalece una gran confusión. La presidenta Salomé Zourabichvili denuncia elecciones “falsificadas” y una “metodología rusa sofisticada”, Bruselas hace lo mismo y miles de manifestantes invadieron las calles de la capital el lunes por la tarde. Por su parte, el Kremlin rechaza firmemente las acusaciones de injerencia “totalmente infundadas”. En medio de todo este alboroto, el Primer Ministro georgiano, Irakli Kobakhidzé, del victorioso partido prorruso Sueño Georgiano, continúa garantizando que la membresía en la UE siga siendo la “prioridad” de Tbilisi.
Mientras tanto, Viktor Orban, el líder soberanista de Hungría al frente de la presidencia rotatoria del Consejo de la UE hasta finales de diciembre, está de visita durante dos días. Participa este martes en una ceremonia oficial en la sede del gobierno georgiano. ¿Una forma de “validar” estas elecciones, ignorando los disturbios y las acusaciones que las rodean?
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