“A veces escuchamos sus gritos. Y su papá gritando cerca, fue impactante. » Este vecino de Pacé, de unos treinta años, todavía está en shock. Este sábado 26 de octubre, de camino a casa, presenció la ayuda prestada a un niño, en la rotonda de Ponant, en Pacé, localidad a unos diez kilómetros de Rennes. Su balcón da a la rotonda. Unos minutos antes, la gendarmería seguía realizando observaciones in situ.
Según información de Ouest-France, esta tragedia se produjo al final de una persecución entre dos vehículos que se inició en Vezin-le-Coquet, en las afueras de Rennes. El vehículo en el que se encontraba la víctima, un niño de cinco años sentado en la parte trasera, habría sido blanco de disparos de encapuchados que lo perseguían. El pronóstico del niño sería malo. Los autores de los disparos habrían huido.
Esta persecución se produce pocas horas después de un nuevo episodio de violencia que enfrenta a dos bandas rivales en un contexto de tráfico de drogas en el distrito de Maurepas en Rennes. Sin embargo, no se puede establecer ningún vínculo entre estos dos hechos en el momento de escribir estas líneas.
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