La hoja de trucos del Real-Bayern: al Merengue no le puede pasar nada

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El partido: el plan del Bayern casi funciona

Ocho días después de ir golpe a golpe sin dar la impresión de estar calculando (2-2), Real Madrid y Bayern de Múnich -lógicamente, sin duda- mostraron este miércoles más cautela. El Merengue tomó el juego en sus propias manos, buscando en la mayoría de las ocasiones pasar por los costados. Sin embargo, tropezaron durante mucho tiempo con el muro bávaro. Muy bien organizados defensivamente, los jugadores de Munich dejaron voluntariamente el cuero a sus oponentes y colocaron banderillas en la contra, lo que les permitió abrir el marcador. El plan alemán era casi perfecto… pero se hizo añicos al final del juego.

Los jugadores: Joselu héroe inesperado, desafortunado Neuer

El héroe inesperado del partido es él. A diez minutos del final del tiempo reglamentario, Joselu mandó a la Real a la final marcando un doblete lleno de oportunismo (88º, 90º+1). Arremolinado y agudo, Vinicius Júnior marcó diferencias monstruosas por su banda izquierda y estuvo en el origen del gol del empate. Jude Bellingham se esforzó mucho pero tuvo poco impacto en los debates.

Joselu del Real Madrid celebra marcar el segundo gol de su equipo durante el partido de vuelta de la semifinal de la Liga de Campeones de la UEFA entre el Real Madrid y el FC Bayern München.

Crédito: Imágenes falsas

Del lado bávaro, podemos imaginar fácilmente que la frustración debe ser inmensa para Manuel Neuer. El portero de 38 años mantuvo vivo a su equipo gracias a varias paradas con mucho estilo, antes de arruinarlo todo cometiendo una mano que supuso el empate del Madrid. Harry Kane brilló en un papel fundamental y fue precisamente después de una de sus pérdidas cuando dio una asistencia a Alphonso Davies (68º). Leroy Sané y Jamal Musiala, por su parte, multiplicaron las malas decisiones ofensivas, mientras que Joshua Kimmich, situado en el lateral derecho, fue torturado por Vinicius.

El Factor X: ¿Una bandera levantada demasiado pronto?

La escena ocurrió al final del tiempo añadido y probablemente dará mucho que hablar al otro lado del Rin. Encontrado por un cabezazo de Thomas Müller, Matthijs de Ligt encontró la red con un disparo desde la derecha. Un gol lógicamente rechazado, en la medida en que el árbitro había señalado previamente fuera de juego. Sin embargo, si analizamos las imágenes, esta posición ilícita parece extremadamente difícil de detectar. No se trata de afirmar con certeza que el jugador de Munich (en este caso, Noussair Mazraoui) estaba en fuera de juego, o que no. Sólo señalar que sería mejor que el asistente izara su bandera a posteriori, para que la acción pueda ser analizada por el VAR.

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¿Fin de una anomalía o arrepentimientos inmensos para el Bayern?

La estadística: 18

El Real Madrid se clasificó para la 18ª final del C1 de su historia, lo que supone un récord. Ha ganado 14 de los 17 anteriores y, por tanto, intentará levantar el trofeo de orejas grandes por decimoquinta vez el 1 de junio, contra el Borussia Dortmund.

El comunicado: Ferland Mendy (Real Madrid, al micrófono de Canal+)

Podrías pensar que es suerte, pero llegar allí de nuevo no es suerte.

La pregunta: ¿Como si ya estuviera hecho?

No hace falta ni siquiera fingir estar sorprendido, ya que se ha convertido en un hábito para todos. El Real Madrid está en la final de la Liga de Campeones, por sexta vez en las últimas once ediciones. Ha levantado el trofeo tantas veces que no ha tropezado en el último escalón desde… 1981, contra el Liverpool de Bob Paisley (1-0). Por eso, nos preguntamos cómo los madrileños, que eliminaron al Bayern en semifinales (2-2, 2-1), no pudieron volver a triunfar en menos de un mes, en Wembley.

En primer lugar porque lógicamente serán los grandes favoritos en esta final. Por su estatus, ya. También de su temporada XXL, en la que volaron por La Liga con insolente facilidad y lograron una racha casi perfecta en C1. Finalmente, por el pedigrí de su oponente, dado que el Borussia Dortmund puede no haber llegado hasta aquí por casualidad, ya no es realmente uno de los líderes del Viejo Continente, como lo atestigua su clasificación en la liga (5º).

Así presentada, evidentemente, la próxima final parece una de las más desequilibradas en la historia reciente de la competición. Sin embargo, los hombres de Carlo Ancelotti tendrán que evitar a toda costa caer en la trampa fácil. No hay que olvidar que ante el Manchester City pasaron por un agujero de ratón en los cuartos y que estuvieron a punto de salirse de la carretera ante el Múnich, salvándose sólo con un doblete inesperado de Joselu. Y luego, bastará con analizar las dos abnegadas victorias de los Marsupiales contra el PSG para comprender que no tendrán el partido ganado de antemano. Mucho mejor, evidentemente.

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