Durante su discurso de política general a principios de octubre, el Primer Ministro Michel Barnier anunció un aumento del salario mínimo del 2% el 1es noviembre, lo que lo elevará a 1.801,80 euros brutos mensuales. Sin embargo, el salario mínimo (salario mínimo) de los funcionarios, fijado en 1.801,74 euros, es hoy 6 céntimos de euro inferior al importe futuro del salario mínimo.
Dado que a los empleados públicos no se les puede pagar menos del salario mínimo, la Dirección General de Administración y Función Pública (DGAFP) indicó a los sindicatos el jueves por la tarde que el salario mínimo se incrementaría en 6 centavos el 1es noviembre, mediante una “compensación diferencial” (bono) en lugar de un aumento del salario base. Esta revalorización afectará a “unos 230.000 agentes”, de los 5,7 millones de funcionarios, indicó la DGAFP.
“Irrisorio”
En un comunicado de prensa, la Función Pública de la CGT calificó el aumento de “irrisorio” y consideró que “sólo puede ser recibido como una muestra de desprecio y provocación por parte del personal afectado”.
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