La pantalla como premio, en la guardería

La pantalla como premio, en la guardería
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Es la historia de una madre que no entiende muy bien por qué, en la clase de su hija, la tableta se utiliza como “recompensa”. De hecho, no entiende por qué la tableta está ahí.


Publicado a las 3:35 a. m.

Actualizado a las 5:00 a.m.

La hija de Élodie Berthelier está en… la guardería.

No voy a nombrar la escuela en cuestión. No voy a nombrar al maestro. Les ahorraré la vergüenza. De cualquier manera, el problema que estoy a punto de describir trasciende a este maestro y a esta escuela. Esto demuestra hasta qué punto la presencia de la tecnología digital en las aulas, en esta provincia, es un gran despropósito.

Cito el correo electrónico que me envió Élodie Berthelier: “Asociaron tableta y recompensa. Todos los días, un estudiante estrella puede jugar en la tableta por la mañana y por la tarde. Tiene derecho a elegir amigos para que lo vigilen. Por tanto, el comprimido está presente todos los días, por la mañana y por la tarde. Los juegos que juegan los niños son supuestamente educativos (¡correr sobre rieles y evitar ser atrapado por la policía no es educativo en mi opinión!). »

METROa mí Berthelier estudia neuropsicología. Es consciente de los estudios que demuestran que debemos limitar al máximo el tiempo de pantalla de los niños, especialmente cuando están en edad preescolar.

Así que decidió pedirle una explicación a la escuela el otoño pasado. El director citó el Plan de Compromiso con el Éxito que cada centro de servicios escolares debe elaborar. Fui a leerlo: si hay alguna justificación ahí para usar la tableta como premio en la guardería… No sé leer.

El maestro primero dirigió a M.a mí Berthelier a su director. La madre insistió al profesor, diciéndole que más allá de su opinión, la del profesor, los hechos son los hechos y, “si quieres, puedo enviarte numerosos estudios sobre los efectos negativos de las pantallas…”

“Los padres han perdido el control de las pantallas sobre los niños”, añadió. Los miran bastante en casa. El cerebro de los niños pequeños necesita experiencias reales y el mundo real para desarrollarse. Al integrar la tableta en el preescolar y asociarla con el alumno estrella, la escuela envía un mensaje contradictorio. Conozco y veo lo suficiente sobre el tema como para lamentablemente sentirme decepcionado y triste porque desde los 5 años en la escuela, la pantalla está presente. Durante dos períodos de juego libre, cada día un niño pierde la oportunidad de conectarse con los niños de su clase, pero también de moverse más. »

Lo leí y me dije: está ahí.

Todo lo que los especialistas dicen y temen sobre las tablets –preocupaciones que vengo transmitiendo en esta columna desde hace varias semanas– lo resume espléndidamente M.a mí Berthelier.

La necesidad de los niños de jugar en la vida real, cara a cara, es esencial para su desarrollo. Este tiempo de juego ha sido canibalizado desde hace varios años por el tiempo frente a la pantalla, lo que sería perjudicial para su desarrollo cerebral y social. ¿Es útil que la escuela aumente el tiempo frente a la pantalla?

El dr Jean-François Chicoine, pediatra desde hace 40 años, hizo en esta columna un vibrante llamamiento a favor del juego en la vida real, lejos de las pantallas. ¡Incluso prescribe desconexiones a ciertos niños!

Lea la columna “Nuestras vidas locas”

La Sociedad Canadiense de Pediatría se ha posicionado a favor de una reducción significativa del tiempo frente a la pantalla entre los niños y en contra del uso “pasivo” de la tableta: debe estar presente un adulto… Todo lo contrario de lo que está sucediendo en esta clase de jardín de infancia.

El Instituto Nacional de Salud Pública de Quebec (INSPQ) publicó recientemente una síntesis (un inventario de conocimientos científicos) que demuestra que la tecnología digital no aporta nada realmente positivo (más bien todo lo contrario) para el aprendizaje entre los menores de 25 años, en el ámbito educativo. contexto.

En definitiva, que la tecnología digital debe usarse con moderación entre los niños, que cuanto más pequeños son menos deben estar expuestos a las pantallas, todo esto se sabe si nos tomamos la molestia de mirar.

Vuelvo a los agravios de Élodie Berthelier. El profesor acabó enviando una respuesta a su compañero, donde justificaba el uso de la tablet en su clase de jardín de infantes. Citó 12 razones.

Aquí están, vale la pena citarlos extensamente:

1. Que el niño sea capaz de reconocer los números del tablero para poder acceder al código de la tableta para acceder a los juegos.

2. Que el niño sea capaz de sujetar correctamente la tablet cuando viaja para evitar romper el cristal.

3. Que el niño sea capaz de subir y bajar el volumen.

4. Que el alumno sea capaz de realizar elecciones de juego según sus intereses o lo que quiera explorar.

5. Que el niño sea capaz de elegir un amigo que le acompañe.

6. Promover la ayuda mutua y la socialización.

7. Que el niño sea capaz de cerrar la tablet después de su uso para no gastar la batería.

8. Incrementar la autoestima cuando el estudiante avance exitosamente al siguiente nivel.

9. Que el niño utilice su creatividad en determinados juegos propuestos.

10. Que el niño aprenda a reconocer y trazar las letras del abecedario y los números con el dedo.

11. Que el niño sea capaz de escuchar cuentos interactivos y completar desafíos que se ajusten a sus capacidades.

12. Que el niño sea capaz de parar cuando termine el tiempo de juego aunque su juego no haya terminado.

¿Sujeta correctamente la tableta sin que se caiga? ¿Aumentar la autoestima al completar con éxito un nivel? ¿Recuerdas apagar la tableta? ¿Poder elegir un amigo?

Ayoyé.

Admito que estoy impresionado por la vacuidad de estas explicaciones. Entonces envié esta respuesta a D.r Chicoine, un experto, para ver si estaba en el campo. Su reacción: “Describe operaciones técnicas insignificantes. La parte del volumen como bien educativo sería un poema si no representara tan bien el horno educativo en el que nos encontramos. »

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